
La temporada más larga de la historia de la Fórmula Uno, con un récord de 24 carreras, se pone en marcha este sábado 2 de marzo en Baréin, en lo que podría ser un largo camino para los equipos que esperan cerrar la brecha y vencer al dominante Red Bull de Max Verstappen.
La evidencia de los tres días de pruebas en el circuito de Sakhir la semana pasada fue que Red Bull, ganador de 21 carreras de 22 el año pasado, parece encaminado a repetir sus actuaciones. Ferrari, Mercedes, McLaren y Aston Martin han hablado bien de sus nuevos coches, confiando en que se hayan eliminado los problemas técnicos y mejorado el rendimiento, pero las mejoras serán puestas a prueba realmente cuando llegue la hora de la verdad.
La sospecha es que cuando la bandera a cuadros caiga el sábado por la noche -las dos primeras carreras de la temporada en Oriente Medio se celebrarán un día antes de lo habitual para adaptarse al Ramadán, Red Bull será el primero en cruzar la línea de meta.
Como dijo el director del equipo McLaren, Andrea Stella, en Bahrein: "Hay un coche que parece haber encontrado un gran ritmo. Por desgracia, (es) el coche que ya fue el más rápido el año pasado". La esperanza para los aficionados que desean carreras más reñidas y anhelan un cambio tras la racha de 38 victorias de Red Bull en las últimas 44 carreras, es que la diferencia -si es como se teme- se reduzca a medida que avance la temporada.
"Ahora hay más carreras, así que hay más tiempo en pista, más datos, más comprensión, más mirar a otros coches y ver qué desarrollos traen", dijo a Reuters el piloto australiano Daniel Ricciardo. "No creo que nadie esté pulsando ningún botón de pánico. Es una temporada larga y los desarrolladores pueden hacer grandes cambios".
Ferrari, el único equipo que superó a Red Bull el año pasado, fue el más rápido en los entrenamientos, pero Mercedes también se mostró animado. "Las cosas se ven bien", dijo el director técnico de Mercedes, James Allison, tras las pruebas.