Editorial

La película de Manuel Rocha

Las productoras de cine y televisión deben estar haciendo fila, en una puja sin límites, ofreciendo millones a Manuel Rocha, el ex diplomático estadounidense nacido en Colombia...

Editorial | | 2024-03-03 08:43:00

Las productoras de cine y televisión deben estar haciendo fila, en una puja sin límites, ofreciendo millones a Manuel Rocha, el ex diplomático estadounidense nacido en Colombia, que engañó durante 40 años a la poderosa CIA, que jamás de dio cuenta que tenía un agente de la dictadura cubana trabajando en el corazón del servicio exterior norteamericano.

No es el único negocio que ha hecho Rocha y que le reportará jugosos dividendos, pues acaba de cerrar con la justicia un acuerdo para la reducción de su condena a cambio de declararse culpable, pues hasta hace unos días seguía insistiendo que todo era una mentira.

Seguramente la serie, el documental o la película que se haga sobre su vida traerá muchas novedades y lo mismo se podría decir de la negociación con los tribunales de su país, donde es muy común este tipo de movidas destinadas a obtener un bien mayor, que en este caso consistiría en abundante información sobre los 40 años de relación con el régimen cubano, el que más ha influido en la historia latinoamericana de los últimos 70 años.

La vida del continente, especialmente la que estamos experimentando estos días, no se puede explicar sin comprender la incidencia que ha tenido el castrismo en nuestras vidas. Algunas cosas las conocemos, otras las deducimos y seguramente lo demás, lo más trascendente, lo debe conocer a la perfección Manuel Rocha, un testigo privilegiado del trabajo que hace el supra-gobierno que ha llegado a formar Cuba a través de sus servicios de inteligencia, que han mantenido tomadas las administraciones de Venezuela, Bolivia, Nicaragua, Ecuador y otras que pasaron a ser satélites de La Habana.

Rocha seguramente tiene mucha información sobre los numerosos eventos de desestabilización que se han vuelto una constante en América Latina, desde aquel golpe disfrazado de revuelta popular que de dio en el 2003 en Bolivia, fórmula que se ha repetido en Chile, en Colombia, Ecuador, Perú y en todas las naciones donde las élites políticas se han entregado a las garras cubanas.

Uno de los capítulos más interesantes de la nueva serie abordará los vínculos de este eje político con el crimen organizado, especialmente con el narcotráfico. Cuba ha sido uno de los precursores en la estrategia de usar a las drogas como arma geopolítica, que sin duda alguna le ha dado excelentes resultados, pues casi todos los países, desde México a la Patagonia son, en mayor o en menor medida narco-estados o están próximos a serlo.Tenemos que saber cuáles son los planes cubanos, aunque lo sucedido recientemente en Ecuador, donde las bandas intentaron dar un golpe de estado, es suficiente para darse cuenta que van en serio.

No hay duda que los 40 años de “infidelidad” de Rocha han dejado en ridículo al poderoso estado norteamericano, el que más gasta en seguridad y los menesteres necesarios para mantener a raya a las alimañas que atentan contra la democracia y la libertad. El acuerdo con el ex embajador que cambió el curso de la historia de Bolivia, obligatoriamente tendrá que servir para reivindicarse. Como dicen, en las desdichas siempre aparecen oportunidades.