En los últimos meses, prestigiosas
calificadoras de riesgo internacionales han bajado la calificación de la
economía boliviana, colocándola en niveles de naciones que están en guerra,
como Ucrania o Palestina. La gente poco entiende de las especificaciones que
hacen los expertos y tampoco es muy afecta a leer lo que escriben los
analistas, lo que le permite a Luis Arce y a su inmenso aparato
propagandístico, seguir insistiendo en que las cosas marchan maravillosamente
bien, que los dólares sobran y que está bajando con suma rapidez gracias a las
sabias estrategias de los sabihondos que tenemos en el gabinete económico.
Dicen que la música es un idioma universal que todo el mundo entiende y
precisamente la suspensión del recital del mexicano Luis Miguel expresa a la
perfección lo que está pasando en el país. Pese a que el 85 por ciento de las
entradas estaban vendidas para la presentación fijada para el 28 de marzo, todo
se canceló porque el “Sol de México” no acepta pago en bolivianos y menos en
yuanes. Los organizadores tampoco se arriesgaron a comprar los “verdes” en el
mercado negro. Las pérdidas hubieran sido descomunales.