La visita de expresidentes afines ideológicamente con el Movimiento Al Socialismo (MAS) desató versiones encontradas sobre si durante su estadía en Bolivia hicieron de mediadores o buscaron acercamientos, entre las dos facciones del partido de gobierno que mantienen una cerrada pugna, una liderada por Luis Arce y otra por Evo Morales.
El diario El Deber abrió su portada de la edición impresa este martes señalando que el denominado Grupo de Puebla intentaría un acercamiento en reuniones por separado con Arce y Evo. Similar tenor tenía una nota publicada un día antes por el matutino La Razón de La Paz.
El expresidente de Argentina, Alberto Fernández, uno de los integrantes de la comitiva que llegó al país, negó que hayan venido a mediar, según un reporte de Unitel.
Este martes le consultaron al senador evista, Leonardo Loza, si funcionaría una eventual mediación del Grupo de Puebla y esta fue su respuesta: “Considero que no solo han venido particularmente a ese tema, han venido a muchos otros temas a nuestro país, que es muy rescatable y muy saludable”.
Añadió que los intentos de reconciliación serán inviables si persiste el intento de proscribir a Evo Morales.
Este martes, el presidente confirmó que se reunión con la delegación, que está integrada por la vicepresidenta de Venezuela, Delcy Rodríguez, los expresidentes Ernesto Samper (Colombia) y José Luis Rodríguez Zapatero (España), además del secretario de la Alianza Bolivariana de las Américas (ALBA), Jorge Arreaza.
En el seminario del lunes en la que estuvieron los líderes del Grupo de Puebla participó la exsenadora, Adriana Salvatierra, alineada con el ala radical del MAS, pero no había confirmación de una reunión con Morales.
Evo insiste que puede ser candidato, pese a prohibición legal. Hace poco desafío a Arce a competir, pero que el presidente lo haga des un partido de derecha.
En la jornada, el Comité Pro Santa Cruz declaró personas no gratas a los visitantes al señalar que el Grupo de Puebla es antidemocrático y promueve los totalitarismos en el continente.
Añaden que en países como Cuba, Nicaragua y Venezuela han propiciado la judicialización de la política, los presos y exiliados, falta de respeto a los derechos humanos e irrespeto al medio ambiente, mientras han sido tolerantes con el narcotráfico y la delincuencia.