Uno de los episodios que más contribuyó al
derrumbe de la popularidad del cocalero Morales fue el caso Zapata, un poco por
el escandalete de la amante y la supuesta existencia de un hijo y otro poco,
porque los amoríos del ex presidente mostraron de cuerpo entero el nivel de
corrupción existente en el régimen del MAS. Uno de los que más aportó a que ese
escándalo se difumine fue el ex vicepresidente y falso matemático, Álvaro
García Linera, quien aseguró durante una entrevista televisiva, que el ciudadano
de Orinoca conoció al hijo que tuvo con Gabriel Zapata, que el chico se enfermó
y que posteriormente murió. Hace unos días, cuando le volvieron a preguntar por
el caso, el hombre que presumía de su gran cantidad de neuronas, pero que no
sabía ni multiplicar, dijo que no recordaba cuándo había revelado esos datos y
que se había olvidado de todo lo relacionado con ese lío de faldas. En este
momento García Linera está bajo sospecha de haber traicionado a Evo Morales.
Por lo recientemente acontecido sólo queda constatar desde cuándo lo traiciona.