No son muchas las opciones que tiene Luis Arce
para superar los problemas que tiene al frente. Los ingresos para comprar
combustibles y evitar la escasez no van a subir por arte de magia y tampoco hay
cómo superar la escasez de dólares, ni siquiera con la aprobación de todos los
créditos que están estancados en el congreso, que se mantenía cerrado para
proteger a los jueces autoprorrogados, que según dicen algunos analistas,
representan el hilo del que se cuelga el gobierno, que pierde fuerza y legitimidad
a pasos acelerados. Sin respuestas concretas y empeñado en la idea de que el
modelo económico es la solución a la crisis del país, Arce también pierde
credibilidad y se derrumba su imagen, además de incentivar el clima
conflictivo. ¿Cuál es el plan? Aparentemente ninguno, pero el hecho es que, con
la reciente maniobra ejecutada en la Asamblea Legislativa, la figura de Evo
Morales se restablece y el cocalero aprovecha el momento para darse un baño de
masas en Villa Tunari, donde lo han vuelto a ratificar como candidato a
presidente. Ese sí parece ser un plan.