No
quisiera estar en los zapatos del Presidente Arce Catacora; pues como diría el
siempre ponderado y extrañado PAULOVICH: “La
cosa está que arde y no hay orden de parar”. Pese a sus inútiles gimnasias
verbales y obscena propaganda oficial, es inocultable que su gobierno ha
devenido en una crisis en todos los ámbitos posibles. Y escribo “devenir” pues
lo actual viene desde antes aunque le está explotando en la cara, de cuando
-según el- era “Super Luchín” y tenía la economía blindada, etc; es decir hacía
de Ministro de Economía y Finanzas de su impresentable ex jefazo.
Y
es que se vea por donde se vea e insisto, pese a su propaganda oficial que raya
en la sinvergüenzura y ni qué decir la incompetencia de su gabinete que en vez
de ayudar más bien le perjudica -algunos hasta piensan que le están haciendo de
caballo de troya-, resulta que la continuación de su administración pues
también no se puede ignorar por muy peleado que esté con su mentor que le
designó como candidato, es una pésima continuación de los laaaargos 14 años
previos, siendo un completo fracaso.
La
justicia está peor de lo mal que ya estuvo durante ese lapso. No existe un solo
informe serio (Ej: World Justice Proyect) que no nos sitúe en el podio de los
peores sistemas de administraciones de
justicia a nivel global y eso, sin contar aún la indigna auto prórroga de sus
ex magistrados empernados en el trono, mientras les duren sus “buenos
servicios” al gobierno.
De
acuerdo al último informe de la Heritage Foundation sobre la Libertad Económica
en el mundo, Bolivia ocupa el puesto 165 de 169 a escala mundial y el puesto 30
de 32 a nivel regional; no podía faltar, junto con las tiranías de Cuba y
Venezuela, con las que su inepta política internacional hace empanaditas.
Según
The 1841 Foundation que elabora el Índice de Infiernos Fiscales, Bolivia
también ocupa el podio (contando desde abajo, que conste) en ese ranking
mundial logrando el deshonroso puesto 7 caracterizado entre otras, por tratarse
de países con impuestos desproporcionados y nula seguridad jurídica; es decir,
aquellos de los qué en vez de atraer inversiones, las ahuyentan; al igual que
la riqueza, trabajo y por supuesto dólares.
Su
extraviada e inepta política exterior es otro fracaso. Por cuestiones
ideológicas y revelando una indigna sumisión continuando con la de su ex
jefazo, hace empanaditas con tiranos del calibre de Putín, Maduro o los orates
nicas o los temibles iraníes. No se enteró que en diplomacia donde se juegan
los altos intereses nacionales, los países tienen intereses, no amigos, peor en
términos de tontos útiles. Nuestro actual aislamiento es tal, que ahora con las
papas que arden, sus amiguetes no nos darán nada de lo que necesitamos con
urgencia. Su último viaje a Rusia ha sido patético, pues trajo promesas de
becas para estudiar ruso ¿Le interesará a alguien?. El meme lo dice todo:
sentado con el requerido por la Corte Penal Internacional en la foto
protocolar, el tirano le dice: ¿En que más te puedo ayudar Luchito? Y el Presi,
sentado con una canasta de tomates y cara de felicidad.
Y
así sucesivamente, la lista de fracasos medidos por organismos independientes
obviamente completamente distintos de los funcionarios del gobierno, podría
sumar y seguir contrastando radicalmente con el país de las maravillas que el
Presidente y sus muchachos nos la quieren charlar, usando nuestros pocos
recursos en propaganda, sin el menor atisbo ya de alguito de vergüenza
siquiera.
Lo
peor de todo es que el Presidente no puede salir de su burbuja. Le diseñaron
una imagen de tecnócrata especialista en economía y ahora, la crisis económica
la ha explotado en su cara y, lo único que atina es tratar de echarle la culpa
a sus antecesores cuando él fue quien tenía el mando en ése ámbito desde la
década anterior y/o a todos los que se mueven en sentido contrario, pero
liderazgo para plantear soluciones, ni de taquito plantea. Necesitamos
liderazgo y soluciones, los supuestos culpables, qué por el momento, esperen.
Le
debe ser muy pero muy complicado admitir que él fue así sea de cajero aunque se
daba ínfulas de Maestro (“Super Luchín, ta ta ta ta”) el artífice del “milagro”
del modelo económico social productivo, cuando ahora objetivamente hace aguas
por todos sus flancos. Otra vez, el meme lo dice todo: “EL PRESIDENTE ARCE NO PUEDE
AHORA SOLUCIONAR LOS PROBLEMAS QUE CAUSÓ… EL MINISTRO ARCE”. (Anónimo,
circula profusamente en las temibles RRSS).