En menos de 48 horas, dos brasileños considerados de alta peligrosidad han sido capturados en Santa Cruz y expulsados a su país de origen. El último de ellos cayó en las últimas horas. Se trata de Marcos Vinicius Aquino De Souza, quien fue capturado por agentes del Centro Especial de Investigación (CEIP) de la Fuerza Especial de Lucha Contra el Crimen (Felcc), en la plaza principal del municipio de San Matías.
Según el reporte policial, el brasileño, pasada las 22:00 de este miércoles 19 de junio, estaba a bordo de un vehículo de color negro, marca BMW con placa de control BBW 1G05, cuando fue interceptado por agentes de la Policía que notaron su actitud sospechosa.
Efectivos del CEIP cruzaron información con sus padres en Brasil para conocer el historial de antecedentes del brasileño y entonces quedó al descubierto que tiene al menos 11 procesos abiertos por diferentes delitos.
No se tienen aún detalles si Marcos Vinicius pertenece al Primer Comando de la Capital o al Comando Vermelho, principales grupos criminales de Brasil, con tentáculos en varios países de Sudamérica.
El ministro de Gobierno, Eduardo del Castillo, confirmó la expulsión del brasileño, y aseguró que Bolivia no será refugio de delincuentes extranjeros buscados por la justicia.
“ Informamos a la población que efectivos de la policía Boliviana lograron la aprehensión del ciudadano brasileño Marcos Vinicios Aquino De Souza en el municipio fronterizo de San Matías. Gracias a la coordinación con la Policía Federal del Brasil, constatamos que el súbdito extranjero contaba con un mandamiento de prisión, además de contar con 11 procesos penales por la comisión de diferentes delitos en su país de origen”, informó en su cuenta oficial de redes sociales.
El pasado martes también se conoció de la captura de Luiz Fernando Soares de Souza, integrante del PCC, durante un operativo de agentes de Inteligencia en la zona de Equipetrol de Santa Cruz de la Sierra. En su país tiene una veintena de procesos por diversos delitos. También fue expulsado de inmediato para rendir cuentas ante la justicia de su país. En Bolivia vivía con una identidad falsa.
