El presidente Luis Arce escogió la antesala del aniversario de la gesta libertaria de La Paz para hacer el anuncio del descubrimiento de lo que definió como un megacampo gasífero con la perforación exitosa del pozo Mayaya Centro-X1.
Incluso afirmó que se trata del descubrimiento más importante desde el año 2005. Anticipó que han calculado reservas de 1,7 TFC (trillones de pies cúbicos).
“Sin duda alguna, con este descubrimiento, La Paz entra a una dimensión totalmente diferente; hermano gobernador, hermano alcalde, hoy tendremos ya regalías para el departamento de La Paz”, resaltó el mandatario en un acto en la Casa Grande del Pueblo en honor a la efemérides de La Paz.
El pozo Mayaya X-1 se encuentra ubicado en la localidad de Alto Beni en la provincia Caranavi. La perforación inició el 25 de noviembre del 2022 y se alcanzó una profundidad de 6.000 metros. En octubre del año pasado se tuvo indicios de una nueva cuenca petrolera en el subandino norte (La Paz, Beni y Pando).
“Este hecho confirma que la cuenca del norte subandino, que abarca La Paz, Pando y Beni, podría tener más de 17 TCF”, remarcó Arce.
Los datos que ya se manejan desde el gobierno hablan de una producción de 10 millones de metros cúbicos diarios de gas natural (mcd) y entre 500 y 1.000 barriles de crudo, con una proyección de ingresos de $us 6.800 millones.
En tono crítico con su antecesor, Evo Morales, Arce señaló que hace años se invirtió $us 500 millones en el norte de La Paz sin encontrar absolutamente y ahora con una inversión de $us 50 millones se descubrió el megacampo.
Se espera para esta tarde una conferencia del presidente de YPFB, Armin Dorgathen sobre el descubrimiento. La petrolera estatal tiene pendiente la difusió de la última certificación de reservas petroleras y gasíferas del país. Ya tiene los resultados pero no los ha hecho públicos.
Durante la gestión de Morales también se hicieron anuncios rimbombantes en temas hidrocarburíferos. Incluso un exministro dijo que Bolivia tenía un mar de gas, pero la realidad muestra un declive en la producción en los últimos años que se ha desplomado casi a la mitad desde su pico alcanzado en el 2014.
