Cuando está por cumplirse un año del escándalo
del narcotraficante Sebastián Marset, quien vivió durante varios años en
Bolivia protegido por el gobierno, ha sido detenida en España, la esposa del
capo de la droga, Gianina García Troche. La mujer podría ser una pieza clave
para dar con el paradero del uruguayo, quien escapó sin problemas del país
y literalmente se burló de las
autoridades nacionales y las implicó en su negocio ilícito. El interés de la
fuerzas antidrogas internacionales no sólo es detener a un pez gordo como
Marset, sino también conocer su radio de acción, sus redes y los cómplices que
le ayudaron a permanecer tanto tiempo operando en el negocio de la cocaína.
Algunos creen que el nerviosismo puede haberse apoderado del gobierno de Luis Arce,
que se convirtió en blanco de sospechas al momento de la misteriosa fuga de
Marset, un sujeto muy audaz que puso en figurillas a varios jerarcas del MAS.
No cabe duda que usará esa misma osadía para salir lo más airoso posible de
este atolladero en el que ha caído con la detención de su esposa.