En el estado mexicano de Campeche, un equipo de arqueólogos liderado por Ivan Šprajc ha descubierto una enigmática estructura subterránea con paredes pintadas oculta bajo un campo de pelota maya, una instalación emblemática de esta cultura mesoamericana.
Este hallazgo es parte de una serie de investigaciones llevadas a cabo en la región, conocida por sus humedales, tierras bajas y formaciones rocosas, en el marco del proyecto "Ampliando el panorama arqueológico de las Tierras Bajas Mayas centrales", según un comunicado del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) de México.
El campo de pelota, donde se encontró la estructura subterránea, es característico de los principales sitios mayas, que eran centros de organización política regional. Šprajc, arqueólogo del Instituto de Estudios Antropológicos y Espaciales de Eslovenia, explicó a Live Science que las paredes de la estructura estaban recubiertas de estuco pintado, y se cree que data del periodo Clásico Temprano (200-600 d.C.).
"Solo nuevas excavaciones podrán revelar la forma de ese edificio subyacente y cuál era su función", comentó Šprajc.
Campos de juego de pelota marcan sitios de gran relevancia
Los antiguos mayas practicaban un juego ritual en canchas especialmente diseñadas, utilizando pelotas de caucho. El descubrimiento de estos campos de juego ha permitido a los arqueólogos elaborar teorías más completas sobre la importancia cultural y política de los asentamientos donde se encuentran.
"Normalmente, los campos de juego de pelota solo se encuentran en los principales yacimientos mayas, que eran centros de la organización política regional", explica Šprajc al medio científico. Añade que el misterioso edificio bajo el tribunal era "evidentemente una estructura muy importante".
Yacimiento maya de Balam Kú
Además de este descubrimiento, el equipo exploró otras áreas de la Reserva de la Biosfera de Balam Kú, utilizando tecnología de escaneo láser aerotransportado (LiDAR). En 2023, esta técnica permitió localizar Ocomtún, una ciudad maya oculta con múltiples pirámides que datan del periodo Clásico (aproximadamente entre 200 y 900 d.C.).
Otro yacimiento recién descubierto en la región incluye una pirámide de 16 metros de altura, sobre la cual se hallaron ofrendas compuestas por cerámica y una punta de pedernal. Estas ofrendas, que datan del periodo Postclásico Tardío (1250-1524 d.C.), sugieren que pequeños grupos humanos continuaron habitando la región después del declive de las principales entidades políticas mayas.
Šprajc y su equipo han notado que las características geográficas de la región, como la escasa tierra fértil y la ausencia de grandes sistemas de irrigación, influyeron en la menor densidad de restos arqueológicos en comparación con otras áreas mayas. Sin embargo, a pesar de estas limitaciones, los hallazgos proporcionan valiosa información sobre la variabilidad y adaptabilidad de la cultura maya.
