Un histórico del fútbol francés, el Girondins de Burdeos, toca definitivamente fondo después de que el martes se confirmara su descenso administrativo a la National 1, tercera división del fútbol galo por deudas.
El Girondins anunció que no recurriría la decisión de la Dirección Nacional de Control de la Gestión (DNCG). Aceptaba, por tanto, el descenso a Tercera división ante la imposibilidad de hacer frente a los 40 millones de euros que necesitaba para apelar la sanción.
Las consecuencias no se han hecho esperar. El Girondins" se ha declarado en quiebra" y ha comunicado a la Federación Francesa de Fútbol (FFF) que renuncia al estatus de profesional que ostentaba desde 1937.
Una medida que, en la práctica, tiene efectos graves. Supone la disolución automática de los contratos de todos los futbolistas y del "staff" técnico que dirige Albert Riera. Es decir, quedan libres.
No sólo eso. El centro de entrenamiento del Girondins, según "Sud Ouest", pierde su homologación, lo que implica que todos los canteranos también quedan libres. Además, a largo plazo, el Girondins no recibiría ningún tipo de compensación por sus futuros traspasos.
Pinta mal y aún queda por conocer realmente en qué categoría jugarán la próxima temporada. Podría ser en Tercera... pero también en Cuarta. Un histórico que ha tocado fondo.
El cuadro bordelés tiene en su palmarés seis Ligas francesas. La última la ganó en la 2008-09, con Laurent Blanc como entrenador y Chamakh y Gourcuff en sus filas.
Cuenta, también, en sus vitrinas, con cuatro Copas, tres Copas de la Liga, tres Supercopas y una Intertoto. Sin embargo, es muy recordado por haber alcanzado la final de la Copa de la UEFA 1995-96 -perdió con el Bayern- con un equipo liderado por Zinedine Zidane, Bixente Lizarazu y Christophe Dugarry.
