“Dos cosas son infinitas: la estupidez humana y el universo; y no estoy seguro de lo segundo”. - Albert Einstein
“La estupidez es un problema sociológico más que psicológico”. - Dietrich Bonhoeffer
“Un fuerte auge del poder en la esfera pública, ya sea de naturaleza política o religiosa, infecta de estupidez a una gran parte de la humanidad. Esto ocurre porque la "estupidez" no inhabilita la posibilidad de obtener cargos públicos, más bien la ayuda”. - Dietrich Bonhoeffer
Utilizando la estupidez para acceder y controlar el poder.- Los ciudadanos sabemos lo que nos ocurrirá si continuamos con el modelo populista; lo podemos ver y leer diariamente. Conocemos de sobra el sufrimiento de los ciudadanos de Cuba, Venezuela y Nicaragua. Estamos empezando a vivirlo en Bolivia y no podemos ponernos de acuerdo para enfrentarlo.
Una explicación a este comportamiento masoquista nos la da Carlo María Cipolla en su ensayo “Leyes fundamentales de la estupidez humana”. Cipolla clasifica a las personas en cuatro tipos: los incautos, los inteligentes, los malvados y los estúpidos, siendo los estúpidos los peores de todos.
El Incauto: una persona que beneficia a los demás aun perjudicándose a sí misma.
El Inteligente: toma decisiones que benefician tanto a él como a los demás.
El Malvado: actúa solo por su propio beneficio, sin importarle perjudicar a otros.
El Estúpido: perjudica a los demás sin beneficiarse él mismo, e incluso perjudicándose.
Un estúpido puede ser analfabeto o licenciado, rico o pobre, joven o adulto, de izquierdas o de derechas, creyente o ateo. La diferencia está en la inteligencia, una cualidad muy escasa.
Entre los políticos y gobernantes se encuentra el mayor porcentaje de individuos fundamentalmente estúpidos, cuya capacidad de hacer daño al prójimo se ve peligrosamente potenciada por la posición de poder que ocupan.
En el país de Bloquivia, una gran parte de la población muestra comportamientos estúpidos, como bloquear caminos, calles y lugares de tratamiento de basura, perjudicando a toda la población y a ellos mismos.
Actividad política y elecciones.- “En un sistema democrático, las elecciones generales son un instrumento eficaz para asegurar el mantenimiento de la fracción de estúpidos entre los poderosos”. - Cipolla
“Una importante fracción de quienes votan son estúpidos y las elecciones les brindan una magnífica ocasión de perjudicar a los demás sin obtener ningún beneficio a cambio”. - Cipolla
El éxito de los populistas radica en que la estupidez los ayuda a conectar con las bases más iletradas, grupos sociales con amplio poder electoral pero sin capacidad crítica para pensar por sí mismos y, en consecuencia, muy fáciles de movilizar a favor de una causa o un líder.
Ante tal desorientación provocada por el individuo estúpido, el ciudadano corriente está desarmado. Una vez consagrados en el poder, no cabe duda de que esa posición incrementa cualitativamente el potencial nocivo de una persona estúpida. Lo peor es que a las personas razonables esa actitud les desconcierta, pues pueden entender la lógica de un malvado, pero no la de un necio, menos aún en la política. Ahora, con las redes sociales, se acrecienta la resonancia de la estupidez, se retroalimenta y amplifica.
Y lo más grave: “Una criatura estúpida (más aún si posee o ansía poseer poder político) os perseguirá sin razón, sin un plan preciso y en los momentos y lugares más improbables e impensables. Además, no existe modo alguno de prever cuándo, cómo y por qué una criatura estúpida llevará a cabo su ataque”. - Cipolla
