La comunicación, y más específicamente la
radio, están de luto en Bolivia por la partida del sacerdote jesuita y
destacado referente del periodismo, Eduardo Pérez Iribarne. Durante toda su
vida, el padre Pérez se dedicó a llevar información a un país donde siempre ha
sido un desafío preservar este recurso tan esencial para la democracia. Como
columna vertebral de Radio Fides, dirigió varios espacios informativos a los
que entregó alma, vida y corazón. Fue un crisol de creatividad y un maestro
para muchas generaciones de reporteros, locutores y redactores, quienes
heredaron su pasión y su constante innovación. El padre Pérez poseía una de las
virtudes más importantes en un buen periodista: la capacidad de hacer
preguntas, algo especialmente valioso en un medio donde pocos desean responder
o rendir cuentas, y donde la comunicación muchas veces se reduce a un monólogo.
A pesar de haber sufrido el embate de la dictadura militar que destruyó Radio
Fides, sostuvo que, desde 2006, el país ha vivido sus peores días para la
libertad de expresión.