Bajo el penoco

Ley del Cruceño

| 2024-08-31 01:55:17

Si Santa Cruz hubiera necesitado del reconocimiento y el aprecio del Estado centralista, hoy controlado por el MAS, que no ha sido el que más ha odiado a esta región, hace tiempo habría sucumbido, quedando destruida y en ruinas, como sucede con otros departamentos que siempre dependieron de las dádivas de la Plaza Murillo y cuyas economías se fundamentaron en el rentismo. El censo no es más que una herramienta del Estado para probar y validar su existencia, su dominio sobre una determinada cantidad de habitantes. En el caso boliviano, es un instrumento del sistema para legitimar ese perverso mecanismo que mantiene a las regiones con la mano extendida, como un mendigo que reclama al centralismo que le arroje unas migajas. Santa Cruz no es grande porque recibe, sino porque siempre ha dado al país y a los bolivianos, una actitud altamente moral que explica su prosperidad. Los políticos reclaman más recursos y escaños parlamentarios porque ese es su juego, de eso viven. El cruceño que trabaja y produce no se detiene en esas pequeñeces, y mucho menos en la mezquindad de un modelo de Estado decadente. Quien vive en Santa Cruz seguirá dando a manos llenas, no sólo hospitalidad.