Todas las críticas que Luis Arce dirige
al cocalero Morales están centradas en su manejo económico. Afirma que mintió
sobre las supuestas grandiosas reservas de gas, que administró pésimamente el
sector de hidrocarburos y que no hizo nada para prevenir el desastre que
estamos enfrentando: escasez de dólares, falta de combustible y, próximamente,
apagones como los que sufren Cuba y Venezuela, ya que estamos siguiendo el
mismo guión. La observación más reciente del mandatario se refiere a la falta
de diversificación de la economía nacional, que sucumbe una y otra vez debido a
su alta dependencia en la explotación de recursos naturales. Arce debería entonces
admitir que sus 13 años como ministro de Evo Morales fueron inútiles, que no
hizo absolutamente nada, y que debería devolver el salario que recibió, ya que
durante todo ese tiempo fue simplemente un adorno. Es más, debería devolver
también el dinero que le han pagado durante los últimos cuatro años como
presidente, pues tampoco hace algo para corregir los errores que atribuye a su
mentor.