Bajo el penoco

La Odisea de Arce

| 2024-09-04 00:10:00

Odiseo, el personaje creado por el poeta Homero, era la encarnación de la astucia. Al gigante que dejó ciego le dijo que se llamaba “Nadie” y cuando le preguntaron quién lo había herido, el Cíclope confundió a todos con su respuesta. Arce podría imitarlo, ahora que se le han acabado los culpables que ha inventado para explicar la crisis económica y, sobre todo, cuando le piden respuestas sobre el responsable de buscar soluciones. Lo interesante es que el sabio rey de Ítaca no era sólo un experto en argucias y camuflajes. Un día, cuando pusieron en duda sus habilidades físicas, dejó atónitos a sus retadores con sus cualidades atléticas y, al llegar a su palacio disfrazado de mendigo, acabó con su espada con los pretendientes que querían quedarse con su esposa y sus bienes. El más importante teórico de la política de la historia, Nicolás Maquiavelo, recomendaba a los gobernantes recurrir a la manipulación de las percepciones para eludir responsabilidades y trasladar la culpa a otros con tal de mantener el poder. Pero el mismo pensador consideraba que un príncipe debe asegurar la estabilidad económica para evitar descontentos entre los ciudadanos. Un gobierno ineficaz en la administración de los recursos puede enfrentar rebeliones y el desprecio de los súbditos.