Miradas

Faltan dólares y ahora falta gente

Faltan dólares y ahora falta gente
Jhonny Varga | Politólogo y docente de Postgrado
| 2024-09-07 00:08:00

Faltan dólares, y ahora falta gente. Algo muy extraño está sucediendo en Bolivia. Nadie parece conforme con los resultados del Censo de Población y Vivienda 2024. Es un tema altamente sensible para muchas regiones del país, y diversos actores políticos rechazan los resultados presentados por el Instituto Nacional de Estadística (INE). Las repercusiones continúan, y las expectativas siguen creciendo alrededor de estos datos.

Según el INE, Bolivia tiene 11.312.620 habitantes. La baja fecundidad y el impacto del COVID-19 explican, según las autoridades, estas cifras. Sin embargo, muchos departamentos y municipios están descontentos, especialmente porque estos números influyen en la redistribución de los recursos públicos. El presidente Arce afirma: "Hemos cumplido; tuvimos un censo técnico, que dio resultados técnicos". Siguiendo esa línea, le diré al presidente: "Hecho está; tuvimos un censo político, que dio y dará resultados políticos". Es hora de analizar esto desde otro enfoque.

Permítanme hacerles esta pregunta: ¿Olvidamos en qué país estamos? En Bolivia, todo vale en política. Con los resultados cuestionables del Censo 2024, se imponen límites estrictos a nuestras ilusiones de desarrollo y esperanzas de cambio. Esos límites se llaman ignorancia política, escasez de dólares e incertidumbre sobre nuestro futuro. La recogida de datos sobre la población, vivienda, demandas, oferta y otros aspectos esenciales debería ser analizada, publicada y difundida cuando se hace un censo realmente técnico. Pero, en un censo político, la ciencia estadística y la metodología quedan relegadas.

La ceguera del gobierno solo permite ver lo que le beneficia: la conservación del poder. Mientras tanto, muchos políticos opositores caen en paternalismos que no ofrecen soluciones reales. Tras los resultados del censo, el país está herido, inconforme y, lo peor, desesperanzado. Lo que se está haciendo a la población boliviana es un crimen.

Las diferencias abismales entre las proyecciones poblacionales del INE para 2022 y los resultados actuales del censo despiertan serias dudas entre los especialistas. ¿Cómo es posible que Santa Cruz haya "perdido" casi un millón de habitantes y Tarija casi 100.000? Estos dos departamentos, que tradicionalmente no son bastiones del partido gobernante, han sido claramente perjudicados. La estrategia es simple: mentir.

El departamento de Pando, en cambio, ha registrado un crecimiento notable, coincidiendo curiosamente con el plan del exministro Juan Ramón Quintana para poblar las regiones amazónicas, claramente con una intención política. Así, el MAS convierte a Pando en un bastión electoral. Santa Cruz, por su parte, sigue siendo clave para definir el resultado de las próximas elecciones, y el INE, como herramienta de fraude, hará todo lo posible por conquistar este territorio. El Alto también jugará un papel crucial. Y, finalmente, Oruro se perfila como otra pieza clave en la estrategia del MAS, donde el contrabando y el narcotráfico sostienen su modelo "socio-comunitario".

¿Por qué se dan estos resultados perversos? Porque el gobierno enfrenta una escasez de recursos. Al reducir la población en los datos del censo, se asegura de enviar menos dinero a municipios y gobernaciones, reservando los recursos para alimentar su propia maquinaria política. Así compran lealtades y conciencias.

Estos resultados solo generan incertidumbre y frustración. Temen a los jóvenes, que demandan un cambio verdadero en este sistema fraudulento. Quieren seguir controlándolo todo, desde nuestras oportunidades hasta lo que comemos y respiramos. Bolivia se ha convertido en un experimento de geopolítica internacional, impulsado por poderes externos como China y Rusia. El dólar desaparece, y nos empujan hacia una moneda digital como "solución". Pero no olvidemos las palabras del Libertador: “Bolivia es un desenfrenado grito de libertad”. Y ese es nuestro destino.

Jhonny Varga | Politólogo y docente de Postgrado