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Los pulmones, los más afectados por el humo

Medidas para minimizar el impacto en la salud respiratoria

Uso de barbijo para evitar el humo de los incendios.
Internacional | Aníbal Romero Sandoval | 2024-09-08 07:25:00

Si padeces de una enfermedad pulmonar como el asma, la bronquitis crónica o la Enfermedad Pulmonar Obstructiva Crónica (EPOC), la contaminación ambiental puede agravar tus síntomas y aumentar el riesgo de complicaciones. Sin embargo, con ciertas medidas puedes reducir los efectos de la contaminación en tu salud.

Lo primero es estar atento a la calidad del aire en tu entorno. Hoy en día, existen aplicaciones móviles y sitios web que informan sobre los niveles de contaminación en tiempo real. Si los niveles son altos, lo ideal es evitar salir de casa, especialmente durante las horas de mayor tráfico vehicular, cuando la cantidad de contaminantes es mayor. Si es necesario salir, limita las actividades físicas al aire libre, ya que al hacer ejercicio inhalas más aire y, por ende, más partículas contaminantes.

Cuando debas salir, usa una mascarilla de alta calidad con filtro, como las N95, que son eficaces para filtrar partículas pequeñas, las más dañinas para los pulmones. Si bien no todas las mascarillas comunes protegen contra gases tóxicos, pueden reducir la exposición a partículas sólidas y líquidas que empeoran los síntomas respiratorios.

En casa, también es importante tomar precauciones. Mantén los espacios ventilados, pero si los niveles de contaminación exterior son altos, cierra las ventanas y utiliza purificadores de aire con filtros adecuados, que eliminan una gran cantidad de contaminantes del aire interior. Asegúrate de que los filtros de la calefacción o aire acondicionado estén limpios y en buen estado, ya que de lo contrario podrían recircular partículas dañinas en tu hogar.

Es fundamental que sigas estrictamente el tratamiento médico que te hayan prescrito. Lleva siempre contigo inhaladores, broncodilatadores o cualquier medicamento necesario para controlar los síntomas. Durante los picos de contaminación, los síntomas pueden empeorar, por lo que tener acceso rápido a tus medicinas puede evitar complicaciones graves.

Además, mantener una dieta equilibrada rica en antioxidantes, como las vitaminas C y E, provenientes de frutas, verduras y frutos secos, ayuda a tu cuerpo a combatir los radicales libres generados por la exposición a contaminantes. La hidratación es clave, ya que el agua facilita la eliminación de toxinas del organismo.

Finalmente, reduce tu exposición a la contaminación en la medida de lo posible. Si es viable, evita vivir cerca de zonas industriales o carreteras con alto tráfico. Sal a la calle en momentos de menor contaminación, como temprano en la mañana o después de la lluvia, cuando el aire suele estar más limpio.

Con estas precauciones, puedes minimizar el impacto de la contaminación ambiental y cuidar mejor tus pulmones, que ya son vulnerables debido a tu condición médica.