En los años 70, Venezuela se convirtió en
refugio para muchos bolivianos que, forzados por la dictadura, debieron
abandonar su patria. Entre ellos se encontraba el célebre compositor tarijeño
Nilo Soruco, autor de numerosas cuecas, como “La Caraqueña”, la cual escribió
precisamente en la capital venezolana. Este tema, que inicia con un desgarrador
“qué lejos estoy”, expresa una profunda nostalgia, un anhelo no solo por
regresar, sino por la restauración de la democracia. A través de esta canción,
Soruco logró entrelazar el sentimiento de añoranza por su tierra natal con una
celebración de la hospitalidad y la belleza de Venezuela, especialmente
Caracas. “La Caraqueña” se convirtió en un símbolo de la diáspora boliviana y
de la solidaridad entre los pueblos de Bolivia y Venezuela. Sin embargo, esta
hermandad ha cambiado drásticamente. Hoy en día, son los venezolanos quienes
huyen de la tiranía, mientras que Bolivia, en lugar de ser un refugio, se
convierte en cómplice de la dictadura que oprime a nuestros hermanos. Qué lejos
estamos…