La salud digestiva es fundamental. Nuestro estómago ayuda a digerir los alimentos al mezclarlos con los jugos digestivos, por lo que es muy importante cuidar los hábitos y así evitar el desarrollo de trastornos digestivos, entre los que se encuentran úlceras gástricas, reflujos y otras patologías. Estos sencillos consejos ayudarán a que tu estómago tenga una salud perfecta.
Cuida mucho la alimentación
Una buena alimentación es clave para la buena salud del estómago. Idealmente, debe estar compuesta por frutas, verduras, legumbres y cereales integrales, entre otros alimentos.
Reduce el consumo de sal
Tomar demasiada sal tiene efectos muy nocivos para el organismo. De hecho, se puede producir la inflamación en la mucosa del estómago que desencadene gastritis, úlceras gástricas e, incluso, cáncer de estómago. Mejor tomarla con moderación.
No comas rápido
Comiendo rápido pueden no masticarse adecuadamente los alimentos, lo que ralentiza la digestión. Para cuidar tu estómago, mejor pequeños bocados y tomándote el tiempo necesario.
Cuida tu descanso
Descansar es muy importante para la buena salud del cuerpo y también ocurre lo mismo con el estómago. Si no duermes las horas suficientes, todo tu organismo se va a resentir.
Bebe agua con frecuencia
Hay que hidratarse para mantener una correcta salud digestiva. Además, el agua ayudará a combatir la acidez estomacal.
Evita el consumo de alcohol
Las bebidas alcohólicas pueden causar reflujo y aumentar el riesgo de acidez estomacal. Para una buena salud del estómago, lo ideal es eliminarlo o, al menos, reducirlo.
Elimina el estrés
El estrés puede ralentizar la digestión, haciendo que los alimentos estén más tiempo en el estómago y provocando acidez, por lo que también es un enemigo para la salud digestiva.
Cuidado con los azúcares
Dulces, refrescos y todos aquellos alimentos que tengan mucho azúcar no le hacen ningún bien al estómago y pueden provocar acidez y otras patologías.
Haz deporte
El ejercicio estimula la motilidad gástrica, ayudando a mover los desechos alimenticios a través del sistema digestivo, por lo que es beneficioso, pero siempre dentro de tus límites y posibilidades.
Evita las comidas copiosas
Hay que mantener un horario regular de comidas, con tres principales (desayuno, comida y cena) y dos suplementos, a media mañana y media tarde. Las comidas copiosas o de difícil digestión es mejor evitarlas.
