Pese a que prometió todo lo contrario al
iniciar su mandato, Arce eligió lo peor que encontró para gobernar. La
periodista e historiadora Lupe Cajías afirma que el mandatario mostró sus
miedos desde el inicio de su mandato. “Se rodeó de personajes oscuros, sin
prestigio profesional, ambiciosos e ignorantes de las materias supuestamente
encargadas, tanto en el gabinete como en el parlamento. También optó por mandos
policiales y militares opacos”. La prueba más clara de esa afirmación se llama
Juan José Zúñiga, el peor de su promoción, nombrado en el puesto número uno de
las fuerzas armadas y al que eligió para montar el espectáculo más grotesco que
se haya visto en la historia boliviana. Ni Melgarejo se atrevió a tanto.
Resulta que el pobre monigote uniformado, autor del falso golpe de estado del
26 de junio, argumentó en principio que en los días de la opereta estaba
pasando por un trance psicológico, por lo que exigía ser considerado…algo así
como un loquito. Nadie le creyó y ahora asegura que ese día fue drogado y está
pidiendo que le hagan un examen. Algún día van a inventar el conteo de neuronas
o el volumen de materia gris en el cerebro. Tal vez así avancemos un poco.