Del avión al entrenamiento de la Verde, así fueron las primeras horas de Carmelo Algarañaz que llegó este miércoles a La Paz para sumarse a la concentración del seleccionado nacional de cara a la doble fecha de las eliminatorias.
“Fue un viaje muy largo, pero ya estamos acá en la ciudad maravilla para ponernos a orden del profesor”, sostuvo el atacante en sus primeras palabras antes de ingresar al hotel donde se aloja la Verde.
“Me cambio y voy al entrenamiento, no tengo tiempo para descansar, voy a ponerme el overol inmediatamente y hoy no será la excepción, esa es una de las características que tengo. A mí no me cuesta adaptarme así que trabajaremos y contento de hacer las cosas bien”, subrayó.
Algarañaz participó el lunes de un partido oficial en su club, el Kalamata de Grecia, y a la conclusión del encuentro agarró sus cosas y emprendió el viaje rumbo a la sede de Gobierno.
“Yo trabajo para ganarme un puesto y ser considerado. Si el profesor lo ve por conveniente que sea así. Tengo que laburar para volver a ganarme un puesto, no porque haya metido goles en mi club tengo el puesto ganado”, aseguró.
Admitió que a Bolivia se la ve de otra forma luego de los dos triunfos que obtuvo en la doble fecha de septiembre frente a Venezuela y Chile.
“Más allá de los rivales que nos toquen (Colombia y Argentina), las expectativas son altas por lo que hicimos en la anterior fecha doble, debe ser el comienzo de una nueva historia para Bolivia y poder cumplir el sueño de clasificar a un Mundial o al menos pelear hasta el último”, acotó.
