La percepción negativa sobre la economía, la desconfianza en las instituciones públicas y la preocupación por la inflación y el desempleo dominan el sentimiento general de los bolivianos, según la reciente encuesta del Monitor de Opinión Pública de Ipsos CIESMORI. Por ejemplo, un 94% de la población cree que "las cosas en el país van en dirección incorrecta".
El estudio, realizado en La Paz, El Alto, Santa Cruz y Cochabamba durante el tercer trimestre de 2024, refleja una profunda insatisfacción en varios aspectos sociales, políticos y económicos que afectan al país. La encuesta se realizó mediante método de consultas online (ver anexo).
Respecto de la "dirección" del país, en las cuatro ciudades consultadas se da un resultado desolador: en todas más del 90% de los consultados cree que las "cosas van en la dirección incorrecta". En Santa Cruz se da el peor resultado: 96% respalda esa opción.
Economía nacional: una visión desoladora
El informe revela que el 81% de los encuestados considera que la economía de Bolivia es “muy débil”, lo que representa un aumento de 13 puntos porcentuales en comparación con el segundo trimestre del año. Este es el dato más alto registrado en los últimos años y evidencia un deterioro significativo. Esta percepción se agrava en Santa Cruz, donde el 85% de los ciudadanos califican negativamente el estado de la economía, y en El Alto, donde la cifra es del 77%.
Este pesimismo también afecta la percepción sobre la economía personal de los bolivianos. En todas las ciudades encuestadas, más del 60% de los participantes califican su situación financiera personal como “muy débil”. En La Paz, un 64% se siente económicamente vulnerable, mientras que en El Alto, este porcentaje asciende al 69%. La situación no parece mejorar en el corto plazo, ya que un 79% de los encuestados anticipa un aumento de la inflación y un 78% prevé un incremento en la tasa de desempleo durante 2025.
Desconfianza en instituciones públicas
La encuesta de Ciesmori también refleja un fuerte contraste entre la percepción de las empresas públicas y privadas. Mientras un 70% de los encuestados tiene una opinión favorable de las empresas privadas, el 66% tiene una visión negativa de las empresas estatales. Este desbalance subraya la creciente falta de confianza en el sector público y pone en evidencia las críticas hacia su desempeño.
Una de las instituciones más afectadas es el INE, cuya gestión en el Censo de Población y Vivienda de 2024 ha sido evaluada negativamente por el 48% de los encuestados. Además, un abrumador 77% cree que los resultados del censo no reflejan la realidad demográfica de Bolivia, lo que refuerza la percepción de ineficiencia en la administración pública.
“Intento de Golpe de Estado”
La imagen del presidente Luis Arce también se ha visto afectada tras el llamado “intento de golpe de Estado” del 26 de julio pasado. Un 40% de los bolivianos cree que la imagen del mandatario ha quedado debilitada tras este episodio, mientras que solo un 12% piensa que salió fortalecido. Este hecho ha profundizado la crisis de confianza en el liderazgo político del país.
En cuanto a la percepción de la democracia, el 46% de los bolivianos encuestados cree que la democracia es preferible a cualquier otra forma de gobierno, pero llama la atención que un preocupante 31% de los encuestados estaría dispuesto a apoyar un Gobierno militar si la situación en el país se vuelve crítica. Esto refleja una creciente desesperación y una pérdida de fe en el sistema democrático actual.
El informe también destaca la postura de los bolivianos frente a la política internacional. Un 84% de los encuestados está en desacuerdo con el reconocimiento que el gobierno boliviano ha dado a Nicolás Maduro como vencedor de las elecciones en Venezuela, y el 80% cree que esas elecciones estuvieron marcadas por el fraude.
Falta de dólares y preocupaciones sociales
Otro de los temas que ha generado preocupación entre la población es la escasez de dólares en el país. Un 84% de los encuestados considera que la falta de divisas es uno de los factores que más impacta negativamente en la situación económica actual de Bolivia. Dos tercios de los bolivianos indicaron haber tenido dificultades para adquirir dólares en el último mes, lo que refleja la gravedad de la crisis monetaria.
En este contexto, la mayoría de los encuestados apoya la idea de retirar gradualmente la subvención a los carburantes, una política que ha sido objeto de debate en los últimos meses. Un 47% de los encuestados cree que la subvención debe eliminarse de manera progresiva, mientras que un 24% piensa que debería mantenerse.
En el ámbito social, la encuesta de Ciesmori revela una percepción de deterioro en áreas clave como la educación, la salud y la lucha contra la delincuencia. Más del 60% de los bolivianos cree que estas áreas han empeorado en los últimos 10 años. Asimismo, el 52% opina que las medidas adoptadas por las autoridades para prevenir los incendios forestales son insuficientes, lo que pone de manifiesto la preocupación por la gestión ambiental del país.
Además, el estudio refleja que la mayoría de los ciudadanos ha notado un deterioro en la calidad del aire debido a los incendios forestales, con un 81% que afirma que la situación ha empeorado notablemente en los últimos meses.
Un país en tensión
En sus conclusiones, la encuesta de Ipsos CIESMORI pinta un panorama desolador para Bolivia. La combinación de una economía debilitada, una creciente desconfianza en las instituciones públicas y un escenario político polarizado, han generado una atmósfera de incertidumbre. Los resultados reflejan la urgencia de implementar reformas económicas y sociales para abordar los desafíos que enfrenta el país.