Max Verstappen ha ganado el Sprint del GP de Estados Unidos en Austin. Lo ha hecho dominando de principio a fin, sin dar opción a un Lando Norris que acabó tercero, pero al que le flojearon las costuras en la parte final de la prueba. Había remontado el de McLaren en la salida de cuarto a segundo, pero por detrás llegó un Carlos Sainz en "modo apendicitis", imparable, para quitarle las pegatinas y llevarse el segundo.
Pues amplia su liderato hasta los 54 puntos sobre Norris, pero tiene más peso la autoridad y ese tembleque de piernas que se ha transparentado en el inglés, errando en la frenada cuando era atacado por Sainz y luego con Leclerc, aunque éste no pudo rebasarlo.
Es posible que el MCL38 esté ante su última pista desfavorable y que tenga oportunidad de retomar la lucha incluso este domingo (15:00, hora de Bolivia), pero las señales no son las mejores para Norris en el momento crucial de la temporada.
Carlos partía quinto, pero lejos de resignarse, atacó a Leclerc al menos cinco veces y acabó pasándolo porque era más veloz. Luego se tiró a por Russell, al que le hizo un interior magnífico, acogotándole en una escapatoria.
Luego se fue a por su amigo, Lando, que se trastabillo en la frenada de la curva 1 y acabó sin opcion de oponer nada a un Sainz incontenible. Va a por el triunfo grande y esa es su única idea.
Para Fernando fue un Sprint aciago, encerrado en la salida, donde perdió dos plazas, y ñuego fue víctima de un Lawson que a punto estuvo de causar un accidente muy grave. Para el asturiano era una sesión para acoplar las piezas nuevas y para buscar lo mejor en la qualy y la carrera, la verdadera, que resta aún por disputarse.
