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Hellen Keller: la escarlatina no le impidió ser una luz en la oscuridad

Cómo la sordoceguera no logró apagar la brillantez de una mente que inspiró al mundo

Internacional | Aníbal Romero Sandoval | 2024-10-27 07:40:00

Hellen Keller (1880-1968) es un símbolo universal de superación y resiliencia, reconocida mundialmente por haber enfrentado y vencido enormes adversidades a lo largo de su vida. Su historia dio un giro drástico cuando, a los 19 meses de edad, una fiebre alta, probablemente causada por escarlatina o meningitis, la dejó sorda y ciega, sumiéndola en un mundo de oscuridad y silencio. A pesar de este duro golpe, Hellen se convertiría en un faro de esperanza para millones de personas con discapacidades.

Desde muy pequeña, Hellen mostró señales de una inteligencia notable, pero la barrera de la sordoceguera dificultaba gravemente su comunicación. Desesperados por su situación, sus padres no cesaron en la búsqueda de una educación adecuada para ella. A los siete años, su vida cambió radicalmente al conocer a Anne Sullivan, una joven maestra que también había enfrentado problemas visuales. Sullivan fue clave en su desarrollo, enseñándole a comunicarse a través del tacto mediante un innovador método que consistía en deletrear palabras manualmente en la palma de su mano. Este enfoque permitió a Hellen aprender no solo palabras y conceptos, sino también ideas abstractas, expandiendo su universo interior de manera asombrosa.

Con el apoyo constante de Anne Sullivan y su inquebrantable fuerza de voluntad, Hellen no solo aprendió a comunicarse, sino que se destacó académicamente. A los 24 años, se graduó de la Universidad de Radcliffe, convirtiéndose en la primera persona sorda y ciega en obtener un título universitario. Este hito académico fue el comienzo de una ilustre carrera como escritora, conferenciante y activista. Durante toda su vida, defendió fervientemente los derechos de las personas con discapacidades, el sufragio femenino y la paz mundial.

La fiebre que marcó el inicio de su sordoceguera fue solo el principio de una vida llena de desafíos, pero Hellen Keller nunca permitió que su enfermedad determinara su destino. Gracias a una educación adecuada y a su implacable determinación, escribió libros influyentes como The Story of My Life, y llevó su mensaje de fortaleza y esperanza a todos los rincones del mundo, inspirando a millones. Su vida es un testimonio vivo de que la enfermedad no es una condena, sino un desafío que, con perseverancia y apoyo, se puede superar.