Una de las definiciones más
acertadas del concepto de “poder” la dio el polémico empresario argentino
Alfredo Yabrán, con profundas vinculaciones con el gobierno del peronista
Carlos Saúl Menem. El magnate vivía en la sombra, nunca había sido fotografiado
y mucho menos había concedido una entrevista. Su nombre saltó a la luz pública
cuando desafió al poder político y salió trasquilado. José Luis Cabezas, el
periodista que se hizo célebre por publicar la primera fotografía de Yabrán en
1996, fue asesinado tiempo después y todas las sospechas fueron dirigidas hacia
él, aunque se pudo comprobar que fueron policías de Buenos Aires los autores
materiales del crimen. Yabrán había dicho que “poder es sinónimo de impunidad”,
de lo contrario no sirve, definición contra la que se estrelló en 1998 cuando
se suicidó en el momento que estaban por arrestarlo por las supuestas
vinculaciones con el caso Cabezas. En Bolivia, 26 años después y con el caso
Evo Morales, estamos a punto de verificar si Yabrán tenía razón o se equivoca
de nuevo.