Minutos antes de las 17:00 del 10 de noviembre del 2019, un domingo como hoy, Evo Morales renunció a la presidencia de Bolivia, agobiado por protestas sociales que le reclamaban un fraude en las elecciones realizadas el 20 de octubre de ese año. Horas antes el propio Morales anuló los comicios y destituyó a todo el Tribunal Supremo Electoral (TSE).
Jeanine Añez y Luis Fernando Camacho, dos protagonistas centrales de aquellas épocas recordaron los cinco años de ese histórico suceso. Camacho, entonces líder del comité cívico cruceño y actual gobernador electo de Santa Cruz sin poder ejercer el cargo por estar en prisión, lamentó que quienes alzaron la voz en el 2019 ahora son presos políticos y trofeos de la venganza de Morales por haberlo dejado en evidencia.
“Hoy que Luis Arce ya sabe cómo es Evo y que Evo ya sabe cómo es Luis Arce, la verdad histórica triunfa sobre el montaje de un golpe que NUNCA EXISTIÓ”, escribió Camacho en sus rede sociales. Agregó que siempre ha estado del lado correcto de la historia. Enfatizó que el MAS y sus oscuros personajes están de salida y abogó por la unidad de la oposición como el camino para empujar a Bolivia a la democracia y el progreso.
“Muchos me apuntan como una Presidente que no hizo lo que debía respecto a la sigla del MAS y la impunidad de Evo Morales. Quiero decirles que cumplí mi deber y ese deber es el que confiere la Constitución al Presidente”, señaló Jeanine Añez, quien asumió como presidenta transitoria el 12 de noviembre del 2019, tras casi 48 horas de vacío de poder.
Enfatizó que la Ministerio y el Tribunal Supremo de Justicia eran las instancias llamadas a encaminar un juicio de responsabilidades contra Morales, a través de un pliego acusatorio que debía ser aprobado en la Asamblea Legislativa Plurinacional. Eso es lo que corresponde en democracia, remarcó la exmandataria.
“Pero con un Fiscal General sometido al MAS, con Evo Morales prófugo en México y Argentina y una Asamblea Legislativa Plurinacional compuesta con 2/3 de masistas, eligieron la impunidad de sus dirigentes”, lamentó Añez. Quien espera que con el cambio de gobierno en el 2025 los autores del fraude y otros delitos durante la gestión de Morales sean procesados. “La Historia los condena como los mayores cobardes, impostores e instigadores de la violencia y la confrontación”, fustigó.
Para Carlos Mesa, la renuncia de Morales y Álvaro García Linera, “fue el fin de un régimen oprobioso y corrupto, dirigido por ambos, que destruyeron la economía, la institucionalidad y la unidad del país”. El líder de Comunidad Ciudadana (CC) se considera el principal afectado por el fraude del 2019, ya que hasta determinada parte del conteo oficial se perfilaba una segunda vuelta con Evo, pero luego de la interrupción del sistema de transmisión rápida de resultados, se mostró al masista como vencedor en primera vuelta.