Dos fuertes explosiones estremecieron uno de los centros del poder en Brasil frente al Supremo Tribunal Federal en Brasilia, en un presunto atentado contra la máxima corte.
El cuerpo del presunto autor de los ataques con artefactos explosivos fue hallado sin vida en el suelo, en la Plaza de los Tres Poderes, que conecta la Corte con el Palacio presidencial del Planalto.
El hombre fue identificado como Francisco Wanderley Luiz, 59 años, de Santa Catarina (sur brasileño) y era excandidato a concejal del Partido Liberal, actual fuerza política del expresidente Jair Bolsonaro.
Con segundos de diferencia, una segunda detonación fue registrada en un auto que estaba frente anexo de la Cámara de Diputados, también en las proximidades de la Plaza de los Tres Poderes, centro de la capital.
El expresidente brasileño Jair Bolsonaro llamó hoy “diálogo” y la “pacificación nacional” tras los ataques.
“Hago un llamado a todas las corrientes políticas y a los líderes de las instituciones nacionales para que, en este momento de tragedia, den los pasos necesarios para avanzar en la pacificación nacional”, publicó en X.
Los parlamentarios, que estaban en sesión, fueron llamados a no dejar el edificio. Hasta anoche no hubo reportes de más víctimas.
Según un policía militar que actuaba en la zona, varios artefactos explosivos fueron encontrados dentro de un vehículo próximo a la Plaza de los Tres poderes.
En el momento de las explosiones, los ministros del Supremo Tribunal Federal (STF) todavía estaban sesionando dentro del plenario, según informó la asesoría de prensa de la corte.
“Al final de la sesión del STF, dos fuertes estruendos fueron escuchados y los ministros fueron retirados del predio con seguridad. Los empleados del edificio sede fueron retirados por prevención”, informó la Corte.
“Más informaciones sobre las investigaciones deben aguardar el avance de la investigación. La seguridad de la Corte colabora con las autoridades policiales del Distrito Federal”, agregó.
La plaza fue aislada y era barrida, bajo una intensa lluvia por efectivos de la policía militar del Distrito Federal y Bomberos.
El Gabinete de Seguridad Institucional reforzó la seguridad del Palacio del Planalto. El presidente Luiz Inácio Lula da Silva no se encontraba en la casa de gobierno en el momento de las detonaciones.
La gran duda de los investigadores será determinar los motivos de las explosiones.
La Policía Federal informó que va a investigar las “varias explosiones” registradas. Además, fueron requeridos policías del comando de operaciones tácticas, peritos y el grupo antibombas de la fuerza, según una nota de prensa.
Aunque se desconocen las causas, el episodio comenzaba a movilizar a la clase política brasileña, sensibilizada por un episodio violento en el corazón político de la capital.
A un año y diez meses del intento de golpe de Estado, el 8 de enero de 2023, las autoridades no descartaban un posible nuevo atentado con el objetivo de alcanzar las sedes de los tres poderes.
El Supremo Tribunal Federal brasileño, blanco de los explosivos, es el tribunal responsable por investigar los ataques del 8 de enero de partidarios de Bolsonaro.
Jorge Messias, abogado general del Estado, calificó el episodio de “ataques” y pidió celeridad en las investigaciones.
“Repudio con vehemencia los ataques contra el STF y la Cámara de Diputados. La policía investigará con rigor y rapidez las explosiones en el perímetro de la Plaza de los Tres Poderes. Necesitamos saber el motivo, así como restablecer la paz y seguridad lo más rápido posible”, dijo Messias en X.
El episodio genera incertidumbre y sacude Brasil la víspera de la cumbre de líderes del G-20, que reunirá a los principales líderes del planeta los próximos lunes y martes, en Río de Janeiro.
Para recibir el evento, que involucra a 40 países y 15 organizaciones internacionales, el gobierno planeó un fuerte esquema seguridad, con la participación de tropas de las Fuerzas Armadas.