Nicolás Maduro sabe que la llegada de Donald Trump al poder en Estados Unidos puede ser problemática para Caracas, más cuando en el período de Joe Biden el chavismo tuvo carta abierta para lograr una gran bocanada de oxígeno económico.
Por eso, apenas supo de la victoria del republicano, Maduro llamó a “un nuevo comienzo” para “ganar-ganar” en un tono bastante conciliador con Trump, a pesar de que en su primera presidencia tuvieron una relación muy tensa.
La propuesta de Maduro a Trump
Justo el miércoles, el diario Washington Post reveló que Maduro envió emisarios para negociar con el entorno de Trump con la propuesta de lograr un relajamiento de sanciones a cambio de recibir a los migrantes deportados en Venezuela.
Como ambos países no tienen conexión aérea tras romper relaciones en 2019, a EE UU se le dificulta enviar a los ilegales. En octubre del año pasado, luego de los acuerdos de Barbados, ambas administraciones acordaron la deportación a través de México y se concretó un vuelo que llegó el 18 de octubre con 100 venezolanos.
En enero de este año, la vicepresidenta del gobierno de Maduro, Delcy Rodríguez, anunció que se revocaban los vuelos en respuesta a nuevas sanciones de Estados Unidos hacia Venezuela.
Sin embargo, las repatriaciones parecen ser la carta de entrada de Maduro para tratar de obtener a cambio alivio o levantamiento de las sanciones, especialmente en la industria petrolera, pues de concretarse una política dura por parte de los republicanos el aprieto económico volvería a la nación suramericana.
De acuerdo con el Washington Post, el ofrecimiento de Maduro no fue del interés del equipo de Trump, quien “no quiere” ni le interesa depender del petróleo venezolano.
Aunque no está claro cómo se ejecutaría la deportación masiva que prometió Trump si no abre un canal de comunicación con los países de origen.
La oposición venezolana, el blanco que persigue Maduro
En los últimos días, Maduro ha modificado su tono con Estados Unidos, pero sin cargar directamente contra Trump. Lo hace en contra de la oposición venezolana y en particular contra María Corina Machado y el secretario de Estado Antony Blinken, quien dio a conocer esta semana, después de cuatro meses, que Estados Unidos reconocía a Edmundo González como presidente.
“Se van a arrepentir”, dijo Maduro el miércoles refiriéndose a la oposición si intentan sacarlo del poder. “Se van a arrepentir si se meten con lo más sagrado que tiene Venezuela: su Constitución, la paz y su pueblo. Solamente les digo, se van a arrepentir, sé lo que digo”, insistió el mandatario.
Estas declaraciones llegan tras hechos importantes. Al reconocimiento por parte de Estados Unidos al opositor Edmundo González como presidente electo el 28 de julio, se suma la declaración pública de González sobre que se juramentará el 10 de enero en Caracas -día en que toma posesión el presidente en Venezuela- y lo publicado por el Washington Post sobre los acercamientos que ha intentado el chavismo con Trump.
“A los que quieren un nuevo Carmonazo y creen y se sienten borrachos de poder, con el apoyo de la élite imperialista de Estados Unidos, solo les digo: no subestimen al pueblo venezolano, no subestimen el poder que tiene aquí en Venezuela y en este continente nuestra fusión popular, militar, policial”, insistió Maduro en una transmisión televisiva.
También se conoció que María Corina Machado mantuvo una reunión virtual con el republicano Rick Scott en la que “se reafirmó nuestro reconocimiento a su liderazgo y compromiso con la libertad, así como nuestras felicitaciones por su reelección. Contamos con su continuo apoyo a una transición democrática como lo exige la épica victoria del pueblo venezolano el 28 de julio”.
Además hubo un intercambio de impresiones en la red social X con el futuro asesor de Seguridad Nacional de Trump, Mike Waltz, quien escribió que Machado “sigue siendo un faro de esperanza para los venezolanos que rechazaron a Maduro y su autoritarismo socialista». «Estoy orgulloso de que la Cámara haya aprobado mi proyecto de ley, la Ley Bolívar, para impedir que el gobierno federal haga negocios con cualquiera que tenga vínculos comerciales con el régimen de Maduro”.
Este jueves trascendió que la “demora” de Estados Unidos en reconocer a Edmundo González ocurrió mientras daban «un tiempo» a Nicolás Maduro para ver si cambiaba «de posición».
«Tiene que ver con que estábamos dejando pasar un tiempo para ver si la presión internacional que otros países y Estados Unidos estaban ejerciendo sobre Maduro conducía a un cambio de posición de su parte», dijo el portavoz del Departamento de Estado, Matthew Miller.