El primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, ha comparecido este martes para anunciar un alto el fuego en la ofensiva de Israel en Líbano. Netanyahu lo ha justificado sin aclarar la duración de la tregua y prometiendo seguir golpeando si se vulnera. El Gobierno de Israel se había reunido previamente para acordar los términos de este acuerdo, solo unas horas después de que Israel lanzara ataques “a gran escala”, según la definición de un portavoz militar, contra los suburbios del sur de Beirut. Desde la mañana, la aviación ha lanzado hasta 20 bombardeos en Dahiye, el suburbio sur de la capital libanesa; derribado un edificio del centro de la capital (donde los drones de vigilancia suenan con más fuerza que nunca), en un bombardeo sin aviso previo de evacuación; y atacado por primera vez el campamento de refugiados de Rashidiya, cerca de la ciudad de Tiro. El ministro de Exteriores de Líbano, Abdalá Bou Habib, ha anunciado que su ejército desplegará 5.000 soldados en el sur de Líbano, en la frontera con Israel, como parte de ese pacto.
El primer ministro libanés, Najib Mikati, exigió en un comunicado el martes que la comunidad internacional “actúe con rapidez” para detener la agresión israelí “e implementar un alto el fuego inmediato”.
En una declaración televisada, Netanyahu dijo que presentaría la porpuesta a su gabinete más tarde el martes, lo que podría llevar al fin de casi 14 meses de combates.
Netanyahu dijo que se espera que haya una votación el martes en la noche. No quedaba claro de inmediato cuándo entraría en vigencia el acuerdo, y no se han revelado sus términos. El acuerdo no afecta la guerra de Israel contra el grupo palestino Hamás en la Franja de Gaza, que no da señales de concluir pronto.
Crecen las esperanzas por el acuerdo, en el que se pide una pausa inicial de dos meses en los combates y se exigiría que Hezbollah termine su presencia armada en una amplia franja del sur del Líbano, mientras que las tropas israelíes regresarían a su lado de la frontera.
Uno de los principales puntos de discordia es la exigencia israelí de reservarse el derecho de actuar en caso de que Hezbollah viole sus obligaciones. Según la propuesta, miles de tropas libanesas y cascos azules de la ONU se desplegarían en el sur, y un panel internacional encabezado por Estados Unidos supervisaría el cumplimiento de todas las partes.
El ministro de Defensa de Israel, Israel Katz, dijo que el ejército atacaría a Hezbollah si la fuerza de paz de la ONU no proporciona una “aplicación efectiva” del acuerdo.
“Si ustedes no actúan, actuaremos nosotros, y con gran fuerza”, dijo a la enviada especial de la ONU, Jeanine Hennis-Plasschaert.