El Servicio de Encauzamiento de Ríos (Searpi), dependiente de la gobernación, identificó las cuencas de los ríos Grande, Piraí y Yapacaní como las áreas de mayor riesgo para inundaciones en el departamento de Santa Cruz.
El director del Searpi, Luis Aguilera, apunta como causa los avasallamientos en las llanuras de inundación, agravando la vulnerabilidad de las comunidades cercanas.
“Una crecida, incluso mínima, podría ocasionar graves inundaciones, especialmente en las áreas del Norte Integrado donde entre el 50% y 60% de las llanuras de inundación han sido invadidas y destruidas”, alertó Aguilera.
Explicó que estas áreas funcionan como barreras naturales que frenan y redirigen los caudales de los ríos. Sin embargo, su destrucción está generando que el agua pierda su cauce natural, aumentando las probabilidades de desastres.
El director del Searpi enfatizó su preocupación por el área metropolitana del departamento, donde municipios como El Torno, Warnes, Porongo, Santa Cruz de la Sierra y Montero están en peligro crítico.
Aguilera instó a la población que vive cerca de los ríos a tomar precauciones inmediatas, especialmente considerando el inicio de la temporada de lluvias, que ya causó estragos en localidades como San Julián.
Para mitigar el impacto de las inundaciones, Searpi ha trabajado desde marzo en el Proyecto de Prevención de Desastres Naturales e Inundaciones, en coordinación con 14 municipios. Sin embargo, Aguilera señaló que no han recibido respuesta del Gobierno central para implementar este plan en el Norte Integrado, lo que pone en peligro a las comunidades.
Aguilera hizo un llamado urgente a los municipios, autoridades y ciudadanos para actuar con prontitud. “ No somos apocalípticos, pero debemos estar alertas. La temporada de lluvias ya está aquí, y la falta de respuesta puede tener consecuencias graves para Santa Cruz”, insistió.
También pidió a los dragueros, quienes trabajan directamente en las riberas, extremar las medidas de seguridad para evitar tragedias.