Muchas personas no lo dicen, pero el inconsciente es traicionero, y el silencio hace más ruido, especialmente cuando se demuestra eso de que, no porque una persona se haya quedado callada significa que ha quedado convencida.
En este caso particular me refiero a que el revés actual de la llamada cultura Woke, derivado horrible del comunismo. Este, con todas sus demás hijas siniestras, había entendido, y por ello promovió el cambio en el lenguaje, intentando que, en vez de dejar que siguiese su curso natural, se hablase de una forma determinada.
Esa idea del dominio del lenguaje para mantener el control ya se había expuesto en la novela profética, más que futurista, “1984”, de George Orwell, en la cual se elaboraban diccionarios de “neolengua” para mantener a la gente limitada en sus pensamientos.
Ya personajes como Javier Milei y Donald Trump han empezado a dar la contrarrevolución cultural, y a desmontar todo este tinglado ideológico que, sin fuerzas de coacción estatales, hubiese resultado imposible de aplicar.
Aún así, toca recuperar los términos: inclusión, tolerancia, revolución, bolivariano, solidaridad, fraternidad, fobia, patriarcado, el uso de correcto de los pronombres y el neutro en castellano, y su porqué, en la forma “masculina” que es neutro y no es machismo.
Todas estas palabras, (y las que tal vez se me estéń escapando), además de la horrible (en cuanto a lo mal empleado, principalmente) adopción de términos en inglés, y demás cosas que vienen por los doblajes.
Este tipo de términos que se han venido usando para impulsar estas agendas ideológicas, lo que han causado es un rechazo colectivo (inconsciente o no), y un paso a identificar todo eso como algo negativo. En Venezuela, el término bolivariano, por decir un ejemplo, ha pasado de ser algo asociado a un patriotismo positivo, a algo asociado negativa y principalmente con algo mal hecho.
Fueron los mismos que intentan aún imponer toda esta terminología los que se lo han buscado. Lo bueno de esto, es que activa o pasivamente muchos colaborarán para que esto vuelva a la normalidad.
Es también positiva la noticia de la vuelta al libro de Suecia, en los últimos 15 años, las computadoras han sustituido a los libros de texto en las escuelas suecas, su gobierno ha decidido ahora impulsar un programa para reintroducir los libros, al cual destinará 45 millones en 2024 y 2025 para recuperar los libros. Recuperar el libro, los valores tradicionales, la religión y el lenguaje, es sumamente importante. Dios con nosotros.