Tras 13 años de guerra civil, las fuerzas rebeldes de Siria han puesto fin al régimen del presidente Bachar al Assad con un levantamiento liderado por el grupo islamista Hayat Tahrir al-Sham (HTS u Organismo de Liberación del Levante) que ha durado 11 días.
El primer ministro sirio, Mohamed Ghazi al Jalali, aseguró este domingo que tiende su mano a "todo sirio que se interesa por este país para preservar sus instituciones", en un vídeo publicado después de que los insurgentes islamistas tomaran el control de la capital, Damasco.
Al Jalali dijo que tras anunciar esta mañana que "tendía la mano" a la coalición insurgente vencedora, liderada por HTS, que agrupa a numerosos grupos, incluidos proturcos, mantuvo contactos "telefónicos con varios" de sus líderes.
El líder del Organismo de Liberación del Levante, Abu Mohamed al Jolani -quien encabeza la ofensiva insurgente en Siria y se ha convertido en la figura rebelde que ha logrado derrocar a Bachar al Asad tras 24 años aferrado al poder, que heredó de su padre-, visitó este domingo la histórica Mezquita de los Omeyas en Damasco, donde aseguró que el derrocamiento del presidente sirio supone "una nueva historia para toda la región".
"Esta victoria es una nueva historia para toda la umma (nación) islámica y para toda la región. Al Asad ha dejado a Siria como una finca para las ambiciones iraníes, y propagó el sectarismo y la corrupción", dijo al Jolani en una breve alocución dentro de la mezquita.
"Hoy se ha limpiado Siria, gracias a Dios y a los muyahidines (combatientes)", mientras sus seguidores le interrumpían con gritos de "Dios es grande, Dios es grande", agregó. Al Jolani, cuyo nombre verdadero es Ahmed al Charaa y quien estaba escoltado por hombres armados, fue recibido por decenas de fieles en un ambiente de euforia.
El líder que ha ganado la batalla
Abu Mohamed Al Jolani, nacido en Riad en 1982 pero de origen sirio, dado que su padre trabajaba como ingeniero de petróleo en Arabia Saudí, regresó a Siria en 1989, donde creció en el acomodado barrio damasceno de Mezzeh, un ambiente en el que él mismo aseguró que no le "empujaba" hacia el islamismo. Ahora, su alianza, integrada también por rebeldes apoyados por Turquía, ha llegado hasta esos barrios a los que antes no podía volver.
Designado terrorista por Estados Unidos y el Consejo de Seguridad de la ONU, Al Jolani no ha perdido oportunidad en los últimos años para salir en público y brindar algunas entrevistas a medios extranjeros, pese a que Washington pida por su cabeza 10 millones de dólares.
En 2011, Abu Bakr al Bagdadi, quien fue luego el primer líder del grupo yihadista Estado Islámico (2014-2019), encargó a Al Jolani que estableciera una rama de Al Qaeda en Siria. Y así lo hizo al liderar el Frente al Nusra, que contaba con "miembros, dinero, armas y asesoramiento directamente de Al Qaeda", según el Consejo de Seguridad de la ONU.
El propio Al Jolani confirmó en 2013 la relación tan estrecha que tenía con Al Bagdadi y cómo este personalmente le había encargado dirigir "la lucha de Al Qaeda en Siria". Además, también juró lealtad a Ayman al Zawahiri, el que fue líder de Al Qaeda hasta su muerte en 2022.
Ruptura con Al Qaeda
Todo cambió en 2016. Asentado en Idlib, su principal bastión, Al Jolani rompió públicamente toda relación con Al Qaeda y disolvió el Frente al Nusra para crear otro grupo, el Frente de la Conquista del Levante, el cual poco después pasó a llamarse Organismo de LIberación del Levante (Hayat Tahrir al Sham, en árabe) al fusionarse con otras facciones.
El objetivo era ser una entidad "independiente" con el único objetivo de derrotar al Gobierno sirio y "liberar" el país, lo que creó fricciones internas que provocaron que otros yihadistas abandonaran la senda de Al Jolani. En Idlib, bajo el control de su grupo, se estableció en 2017 el Gobierno de Salvación, una suerte de frente político y civil de la agrupación en las zonas que escapaban al control del Gobierno sirio.
Ahora Al Jolani se sienta al frente de la reciente coalición "Mando de Operaciones Militares", encabezada por su propio grupo y que congrega también a otras facciones, que fue creado especialmente para esta ofensiva contra Al Asad, denominada "Disuasión de la agresión", que ha conseguido controlar gran parte de Siria.
El Ejército Nacional Sirio
El Ejército Nacional Sirio (ENS) es otro de los actores relevantes en el país. Apoyado por Ankara y otras facciones proturcas, su relación con el HTS ha sido cambiante, aliados algunas veces y otras rivales. Las milicias respaldadas por Turquía también tienen interés en crear una zona tampón cerca de la frontera turca para mantener alejados a los militantes kurdos enfrentados a Ankara.
Turquía ha sido uno de los principales apoyos de los combatientes que tratan de derrocar a Al Assad, pero más recientemente ha instado a la reconciliación, y los funcionarios turcos han rechazado enérgicamente las acusaciones de cualquier implicación en la actual ofensiva, según ha resaltado Euronews. La cuestión principal es si el HTS y el Ejército Nacional Sirio colaborarán o si volverán a enfrentarse entre sí tras el derrocamiento del Gobierno sirio.
Las fuerzas kurdas también están presentes
Por su parte, la líder de las Fuerzas de Siria Democrática (FSD), una alianza armada liderada por kurdos, controla gran parte del este de Siria. Apoyadas por Estados Unidos en su lucha contra el Estado Islámico, también han aprovechado estos días para lanzar su propia ofensiva y tomar la ciudad de Deir ez-Zor. El FSD aseguró este domingo que la caída del gobierno sirio del presidente Bachar al Asad es una "oportunidad para construir una nueva Siria".
"En Siria vivimos momentos históricos: asistimos a la caída del régimen autoritario de Damasco. Este cambio representa una oportunidad para construir una nueva Siria basada en la democracia y la justicia, que garantice los derechos de todos los sirios", dijo en un escueto comunicado.