Perder peso no requiere necesariamente de ejercicios extremos, pero la actividad física es una herramienta poderosa para lograrlo. El ejercicio no solo quema calorías al convertir la energía química de los alimentos en movimiento, sino que también ayuda a mejorar el metabolismo y la composición corporal, según explicaron expertos de la Clínica Mayo.
Aunque cualquier tipo de actividad física contribuye a la pérdida de peso, la intensidad y la duración del ejercicio juegan un papel crucial en cuántas calorías se queman.
Los ejercicios de alta intensidad, como el entrenamiento en intervalos (HIIT) o saltar a la cuerda, permiten quemar una mayor cantidad de calorías en menos tiempo, acelerando la frecuencia cardíaca y utilizando múltiples grupos musculares. Por otro lado, los ejercicios de baja intensidad, como caminar o practicar yoga, son más sostenibles y suaves para las articulaciones, lo que los convierte en opciones ideales para mantener el peso a largo plazo.
Luke Worthington, experto en acondicionamiento físico, explicó a The Telegraph que “la frecuencia cardíaca aumenta para suministrar combustible a los músculos que trabajan, lo que incrementa el gasto calórico”. Por otro lado, el entrenador Dalton Wong enfatizó la importancia de la constancia: “Perder peso es un maratón, no una carrera. Los ejercicios de bajo impacto como caminar son suaves para las articulaciones, haciendo que la pérdida de peso sea más sostenible”, en declaraciones al diario británico.
Cuáles son los 10 mejores ejercicios para quemar calorías
Saltar a la cuerda. Este ejercicio que puede hacerse en casa, quema hasta 184 calorías en 10 minutos y mejora la resistencia, coordinación y salud ósea, según Worthington.
Correr. Se gastan hasta 163 calorías en 10 minutos y activa grandes grupos musculares. Worthington afirma que cuanto más rápido corremos, más energía gastamos.
HIIT. Este método combina ráfagas intensas de ejercicio con periodos cortos de descanso, logrando un gasto calórico máximo en poco tiempo.
Artes marciales mixtas (MMA). Según el exluchador Brad Pickett, el sparring en MMA no solo quema calorías, sino que también desarrolla habilidades útiles para la vida, como la autodefensa.
Ciclismo. Es accesible para principiantes y personas con discapacidades físicas, mientras que los ciclistas avanzados pueden optar por clases de spinning para mayor intensidad.
Escalada en roca. Este ejercicio de bajo impacto trabaja todo el cuerpo y quema hasta 131 calorías en 10 minutos. Existen máquinas en los gimnasios que ayudan a obtener beneficios similares en interiores.
Levantamiento de pesas. El aumento de la masa muscular eleva el metabolismo en reposo, lo que significa que se queman más calorías durante todo el día, explica Wong.
Baile. Danzar al ritmo de tu canción favorita puede equivaler al esfuerzo de una subida intensa en bicicleta, combinando diversión y ejercicio.
Yoga y pilates. Estas prácticas fortalecen el core, la zona central del cuerpo, mejoran la flexibilidad y son ideales para tonificar el cuerpo.
Caminar. Marchar a paso rápido puede parecer sencillo, pero la Clínica Mayo asegura que su constancia es clave para lograr una pérdida de peso sostenible.
Qué otros factores ayudan a la pérdida de peso sostenible
La pérdida de peso efectiva va más allá del ejercicio. Según la Escuela de Medicina de Harvard, quemar 3.500 calorías equivale a perder medio kilo, pero este proceso puede llevar días de actividad moderada.
Según los expertos, una estrategia integral debe incluir:
Alimentación balanceada. La Clínica Mayo señala que reducir entre 500 y 750 calorías al día es esencial para lograr un déficit calórico y perder peso.
Constancia y enfoque a largo plazo. Wong resalta que adoptar hábitos sostenibles es más efectivo que buscar resultados rápidos: “Lento y constante puede ganar la carrera”.
Combinación de ejercicios. Alternar actividades aeróbicas y de resistencia, como recomienda la Escuela de Medicina de Harvard, previene la pérdida de masa muscular y densidad ósea.
Beneficios más allá de las calorías. El ejercicio también mejora la salud cardiovascular, combate el estrés y aumenta la energía diaria.
A medida que se integran estas prácticas, no sólo se mejora la salud física, sino que también se adopta un enfoque sostenible para mantenernos en forma a largo plazo.