Editorial

Juego sucio

El gobierno ha podido comprobar -y lo ha admitido públicamente-, que las industrias que producen aceite comestible han estado envasando y distribuyendo las cantidades suficientes...

Editorial | | 2024-12-14 01:46:05

El gobierno ha podido comprobar -y lo ha admitido públicamente-, que las industrias que producen aceite comestible han estado envasando y distribuyendo las cantidades suficientes para abastecer el mercado interno y cumplir con las exportaciones. Es más, ante la presión motivada por la escasez, decidieron aumentar las entregas a los intermediarios que operan en el país.

Las autoridades que han estado haciendo un trabajo de vigilancia y seguimiento muy estricto en las plantas de procesamiento, también han evidenciado, a través de notas de entrega, facturas y otros documentos, que el precio en las fábricas no ha variado ni un solo centavo. Eso también lo han reconocido a través de varias declaraciones de prensa.

Otra de las afirmaciones que han repetido los ministros y viceministros que se encargan de este rubro es que el principal factor que está impulsando el incremento de los precios del aceite y de todos los comestibles -como bien lo señalan los índices inflacionarios publicados del INE-, es el aumento de la salida de los productos bolivianos hacia países vecinos, donde los contrabandistas obtienen mayor margen de ganancia por las diferencias cambiarias.

La fuga de alimentos genera escasez en el mercado interno y, de continuar este fenómeno, dentro de poco va a faltar de todo en el país, pues el gobierno no está estimulando la producción, sino que la está comprimiendo, como sucede la hostilidad hacia los arroceros y las industrias aceiteras, entre las que se encuentran varias empresas extranjeras que no tardan en abandonar el país, como ya lo han estado haciendo.

El enorme auge del contrabando ha perforado la frontera en más de 250 puntos -según datos oficiales-, ha motivado la puesta en marcha de un plan para contener este problema con el despliegue de miles de militares. Pese a ello, reportes de prensa han mostrado con imágenes recientes, que los contrabandistas pasan miles y miles de toneladas de alimentos a través del río Desaguadero en la frontera con Perú y por el río Bermejo, en el borde con Argentina, a poca distancia de los puestos de control. El gobierno del MAS ha estado beneficiando a las actividades ilegales durante veinte años ¿seguirá haciéndolo en esta coyuntura tan crítica que nos amenaza con una crisis alimentaria sin precedentes?

Pese a esta innegable realidad, el gobierno ha decidido mantener la prohibición de las exportaciones de aceite comestible, medida que afectará letalmente a una cadena productiva vital para la seguridad alimentaria nacional. El aceite es un producto final, de cuya elaboración resulta la harina de soya, la cascarilla y una larga lista de insumos indispensables para la alimentación de ganado de engorde y de leche, pollos, cerdos, etc. Sin exportaciones se producirá menos aceite y por lo tanto, menos soya y sus derivados, una verdad tan elemental que seguramente la conocen los burócratas de Arce. Por eso mismo, sólo se puede entender que esta nueva prohibición obedece al mismo juego sucio contra Santa Cruz que empezó el 2006.

Sin exportaciones se producirá menos aceite y por lo tanto, menos soya y sus derivados, una verdad tan elemental que seguramente la conocen los burócratas de Arce. Por eso mismo, sólo se puede entender que esta nueva prohibición obedece al mismo juego sucio contra Santa Cruz que empezó el 2006.