La consolidación de la dictadura venezolana es una pésima noticia para la democracia en el mundo, especialmente para los que buscan la recuperación del estado de derecho en Bolivia. Al final, Luis Arce se equivocó al no asistir a la posesión de Nicolás Maduro, pues se trata del principal beneficiario con lo que ha sucedido en Caracas este viernes. Tal vez tuvo miedo de lo que podría haber sucedido, pero ha quedado claro que no pasará nada, mientras el pueblo venezolano siga inerme, como pasa con los cubanos que están por cumplir 70 años esperando un milagro. El chavismo es el mejor alumno del castrismo y a lo mejor Arce tiene otros planes para Bolivia o simplemente sabe que los bolivianos no son tan mansos como los caribeños. Por eso mismo es que lo sucedido en Venezuela debe ser una alerta para los que ya saben cómo hacer escapar a los dictadores. Es muy tentador para cualquier sátrapa imitar a Maduro, quien hace pensar que ser dictador es muy fácil.