Las movilizadores de trabajadores y profesionales de salud continuaron este jueves. Los primeros bloquearon los accesos a los principales hospitales de la capital cruceña, mientras que los médicos protestaron afuera de la gobernación donde se vivieron momentos de tensión con gritos y empujones con los policías que custodiaban el acceso al edificio.
Las protestas de los trabajadores se concentraron en puntos estratégicos aledaños a los hospitales Japonés, San Juan de Dios, el materno-infantil Percy Boland y el pediátrico Mario Ortiz, además del Instituto Oncológico.
En el San Juan de Dios, la huelga de hambre que sostienen sus trabajadores ya cumple ocho días. De los once participantes iniciales, seis debieron abandonar la medida por problemas de salud.
Según Ulises Guzmán, dirigente del sector, la falta de pagos salariales afecta a cientos de familias. "No podemos seguir viviendo de promesas incumplidas mientras nuestras familias pasan apuros", denunció.
Por su parte, la Federación Sindical de Ramas Médicas de Salud Pública (Fesirmes) confirmó un paro departamental de 48 horas los días 27 y 28 de enero. Este jueves, realizaron una marcha que culminó frente a la Gobernación, exigiendo atención a sus demandas. Evert Patiño, secretario de Conflictos, criticó la falta de diálogo con las autoridades. "El principal afectado es el pueblo, que debe vender lo poco que tiene para pagar medicamentos. Esto refleja la falta de empatía de nuestras autoridades", señaló.
Selena Rosales, secretaria ejecutiva de la Federación de Trabajadores en Salud, cuestionó la gestión de las autoridades municipales y departamentales, señalando que el incumplimiento en el pago de salarios afecta tanto a los hospitales de la ciudad como a los de las provincias.
"Estamos cansados de promesas vacías. Cada trabajador tiene una familia que mantener, y con esta situación, no podemos sostener nuestras necesidades básicas. Exigimos soluciones reales, no palabras", expresó Rosales.
Esta semana tampoco hay atención en centros de salud y hospitales por un paro de cinco días que cumplen los trabajadores del sector.