Este lunes, los médicos de Santa Cruz iniciaron un paro de 48 horas con una marcha que llegó hasta la Gobernación donde se bloqueó los accesos al edificio.
“Esta protesta no es contra los funcionarios, sino para exigir a las autoridades que cumplan con su obligación de garantizar salud para la población y condiciones dignas para el personal médico”, declaró Christian Ulrich, secretario urbano de Fesirmes.
Los manifestantes han organizado una olla común para resistir el día y enfrentar la presencia de un contingente policial que resguarda el lugar. La semana pasada, una protesta similar resultó en dos profesionales de salud con contusiones, tras forcejeos de los marchistas con los uniformados.
Entre las principales demandas del sector están el pago de salarios atrasados, correspondientes a diciembre, la dotación de ítems y la mejora en las condiciones laborales. “Los hospitales están colapsados. No hay insumos, ni medicamentos, ni personal suficiente para atender a los pacientes. El sistema de salud en Santa Cruz está al borde del colapso”, denunció Ulrich, quien también criticó la falta de respuesta del gobernador en ejercicio Mario Aguilera y del alcalde Jhonny Fernández.
Evert Patiño, secretario de Conflictos de Fesirmes, reclamó la indiferencia de las autoridades: “Hemos enviado cuatro invitaciones al gobernador este año, pero ni siquiera responde. La salud no puede esperar, y los cruceños merecen atención digna”, fustigó.
Mientras el paro médico continuará hasta el martes, los trabajadores de salud han extendido su protesta hasta el viernes por lo que toda la semana los hospitales de Santa Cruz no atenderán a los pacientes. La anterior semana los trabajadores también cumplieron un paro de cinco días con demandas similares.
En el hospital San Juan de Dios hay un piquete del personal que instaló una huelga de hambre.