El director ejecutivo de la Dirección General de Aeronáutica Civil (DGAC), José Iván García, informó que la Unidad de Accidentes e Incidentes ya inició un proceso investigativo en torno al incidente de una aeronave de Boliviana de Aviación (BoA) en Cochabamba. Además, el ente instruyó la “auditoría especial” de la flota involucrada.
“La Unidad de Accidentes e Incidentes ya inició el proceso de investigación, se ha pedido las bitácoras de la aeronave (...) y lo más importante, se ha tomado contacto con la Unidad de Accidentes del Estado de Norteamérica, toda vez que como el Estado boliviano no es país de diseño y construcción, entonces el fabricante tiene que ser parte de este proceso”, mencionó García a los medios de prensa.
El informe preliminar de la investigación será entregado en los posteriores 30 días calendario que determinará las posibles respuestas a la falla de uno de los motores del vuelo OB 648 en la aeronave CP-2923 con destino a Santa Cruz.
Además, la institución ordenó una auditoría especial a la flota involucrada en el incidente, toda vez, que pudo haber algún evento inobservado dentro de la primera investigación. Aún no hay una fecha de conclusión del recurso de investigación.
“Hemos instruido que se haga una auditoría especial a la flota que ha sido fruto de este evento, una auditoría operacional para determinar si en el proceso sistémico (...) hubiera algún evento que hubiera sido inobservado. Se evaluaron todas las hipótesis posibles”, agregó.
La autoridad del DGAC aclaró que el motor que propició el incidente en el aeropuerto Jorge Wilsterman tenía aún tres años más de vida y que, hace seis meses, estuvo en mantenimiento.
“El motor específico que ha sido fruto del incidente si estaba en condiciones, ha sido reparado en un taller en norteamérica, que es un taller certificado con este propósito”, añadió García.
BoA cuenta con 12 naves en operación y siete que están en reparación.