"El barco se hunde y permanecemos temerosos y agazapados; no buscamos defendernos ni conseguir un bote o un salvavidas".
— Pukymon
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No existen líderes aislados de las masas.
Los masistas se empeñan en creer que, por su propio liderazgo, podrán gobernar para siempre y que son imprescindibles. ¡Tengan cuidado! Cuando el pueblo despierte, los machaque, los acullique y, por su mal sabor, los escupa en la calle, recién lo entenderán.
Gustave Le Bon, en su libro Psicología de las masas (publicado en 1895), explicaba:
“Los grandes dirigentes políticos, en lugar de guiar al pueblo, son guiados por él, al menos hasta que llegan al poder. Entonces, una vez en el poder, se ven obligados a tener en cuenta sus estados de ánimo. Por tanto, todo el trabajo del poder político consiste en acomodarse a los estados de ánimo del pueblo, satisfacerlo o, más bien, fingir hábilmente que lo hace, para asegurarse de que el pueblo siempre se quede en sus casas" (y no bloquee).
Aunque los actuales dirigentes políticos son conscientes de lo anterior, persisten en su intento de tomar decisiones sociales, económicas, sociológicas, históricas y morales distintas a las que aspira el pueblo. Los dirigentes insisten en sus ideas porque tienen en sus manos el aparato del Estado: "pan, circo y palo", con lo que compran, ilusionan y atemorizan a las masas.
Evo es más exitoso porque, acomodándose a la realidad sociocultural actual, les ofrece algo concreto: tierras, coca, narcotráfico y contrabando.
El fracaso del modelo social, comunitario y productivo
El MAS, con su modelo socialista, populista y cocalero, fracasó rotundamente en la implementación de una economía productiva, formal y sostenible.
Lo que hizo con mucho esmero fue crear oportunidades de negocios cocaleros y usar el aparato del Estado para su beneficio y para destruir a sus opositores.
Lo que el pueblo pudo ver durante el gobierno del MAS y su modelo populista cocalero del Socialismo del Siglo XXI es que este modelo funcionó mientras tenían reservas de dólares, oro e hidrocarburos; una riqueza que dejaron los anteriores gobiernos liberales y que Evo y Lucho dilapidaron y desaparecieron en algún lugar.
Decía Margaret Thatcher: "El socialismo fracasa cuando se les acaba el dinero… de los demás".
Recordemos que la sigla del MAS viene de Movimiento Al Socialismo. La actual falta de combustibles, dólares y, pronto, de luz eléctrica y alimentos, nos muestra que el país está avanzando exitosamente hacia el socialismo… y la miseria.
El Estado autónomo chapareño
Con el MAS surgió el Estado Plurinacional y, con ello, el Estado democrático se desintegró y perdió su monopolio de la fuerza. Actualmente, los asaltos a policías, patrullas de Umopar y al Ejército son prácticas permanentes en el Chapare, bastión de las seis federaciones de cocaleros, lo que deja claro que en esa zona no rigen las leyes del Estado boliviano ni sus instituciones, solo las de ellos.
El pupilo de Chávez, el "Jefe Indio del Sur", está refugiado en la selva chapareña y se entretiene con la caza de wawas y la pesca de tambaquí. Para lucrarse, envía polvos blancos al resto del mundo a cambio de billetes verdes y, de paso, tiene bloqueado al Cajero.
El Chapare es un territorio autónomo y fuera del control estatal. Poseen grupos armados de campesinos cocaleros leales al Jefe, quienes lo protegen. Según informes oficiales recientes, están organizados para impedir operaciones militares y policiales antidrogas.
Leyes como armas
El modelo masista produjo leyes a montones y las usa para destruir a sus opositores. Entre estas, la Función Económica y Social (FES) para la propiedad agrícola fue, en realidad, un arma de extorsión utilizada por los funcionarios masistas contra los empresarios, lo que hundió al sector agropecuario y forestal.
¿Hacia el comunismo capitalista chino?
Este mes, el ministro de Economía, Marcelo Montenegro, aseguró: "En la crisis boliviana no falló el modelo económico, social, comunitario y productivo, sino su aplicación".
¿La culpa será de Lucho? Evo comentó al respecto: "Ahora resulta que, según el ministro, los mejores años de la economía boliviana, donde el país creció, las familias salieron de la pobreza y los emprendedores generaron ganancias, se había implementado mal el modelo económico plural".
Desde el inicio de su gobierno, fallaron con su modelo populista y estatista, el cual tuvo su peor y desastroso efecto al excluir a las empresas petroleras privadas de la producción, anulando las inversiones. Ahora ya no tenemos gas ni petróleo para exportar; ahora lo importamos.
El gobierno acabó con las reservas de hidrocarburos y ahora importa combustibles, que vende a precios altamente subsidiados. Los contrabandistas interculturales los exportan y venden en países vecinos, obteniendo buenas ganancias. Luego de duras negociaciones, el masismo autorizó a los privados a importar diésel, pero la disposición legal les impone 31 trancas para impedirlo. En consecuencia, nadie importa, pues, aplicando solo una de las normas, un empresario tendría que comprar diésel a 12 bolivianos el litro y venderlo en 8.60.
El despilfarro masista
Cuando los masistas tomaron el poder, enloquecidos con las reservas monetarias y el oro que recibieron, se dedicaron, además de multiplicar el gasto público, a endeudarse y gastar en industrias fallidas, lo que significó cuantiosas pérdidas para el Estado y el masivo enriquecimiento de las autoridades masistas.
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