Editorial

El patatús del alcalde

Al alcalde Johnny Fernández le dio un “patatús” el otro día, cuando la Fiscalía lo citó para que respondiera por una denuncia de la familia que reclama la propiedad...

Editorial | | 2025-02-05 23:37:20

Al alcalde Johnny Fernández le dio un “patatús” el otro día, cuando la Fiscalía lo citó para que respondiera por una denuncia de la familia que reclama la propiedad de los terrenos que ocupa el mercado Mutualista, uno de los tantos problemas que se le han acumulado a la autoridad municipal, incapaz de capear la crisis en la que se encuentra la ciudad que lo eligió para administrar, en las buenas y en las malas.

Fernández dice haber sufrido un ataque de ansiedad y justo le ocurrió cuando iniciaba el año escolar y los estudiantes llegaron como pudieron a sus maltrechas escuelas, muchas de ellas en pésimo estado por culpa de la negligencia de la Alcaldía.

El calvario de los chicos empezó al amanecer, cuando tuvieron que subirse a desvencijadas camionetas e improvisados vehículos colmados de pasajeros para llegar al colegio. No había micros; algunas calles y avenidas fueron bloqueadas por los transportistas, que desde hace meses exigen un aumento de tarifas. Esta demanda no ha tenido una respuesta coherente de la Alcaldía, que se niega a realizar un estudio serio que rechace o justifique el incremento. Es el tercer paro que se registra desde finales de noviembre y a Fernández no parece molestarle el maltrato que sufre la población a manos de las mafias del transporte. Se ha pasado el tiempo prometiendo, amenazando y supuestamente buscando una solución, pero no ha habido ni siquiera un avance.

Hemos visto cómo las escuelas que dependen del municipio estaban sin luz, la gestión 2025 ha comenzado sin desayuno escolar y, para colmo, en una unidad educativa se produjo un grave caso de intoxicación grupal porque la Alcaldía improvisó a último momento un plan de fumigación que puso en peligro a los escolares.

Los hospitales y centros de salud están sin personal, pues el municipio ha realizado cientos de despidos. En la morgue de la Pampa de la Isla, los cadáveres se descomponen porque se han arruinado las cámaras de frío. Las autoridades aseguran que todo es culpa de la crisis económica y de la reducción de recursos, lo que ha obligado a paralizar obras públicas e incluso ha provocado el corte de energía en el edificio principal de la Alcaldía.

La Alcaldía no fija prioridades, recorta donde no debe y deja sin tocar a miles de funcionarios que no cumplen actividades esenciales. El municipio tiene cinco veces más personal del que necesita; además, existen gastos dispendiosos en las veleidades del alcalde, cuya inmensa fotografía no puede faltar en cada esquina de la ciudad. En su despacho sobran los lujos y los caprichos, lo que genera una carga pesada para la ciudad. Johnny Fernández ha sido el responsable de un criminal endeudamiento municipal y, lo peor, es que ni siquiera se sabe el destino de una buena parte de ese dinero.

Esta vez, el alcalde no ha tenido el descaro de huir de los problemas como lo hace casi siempre cuando se manda a mudar a Miami. Ha optado por reportar un supuesto soponcio que habría que confirmar. De todas maneras, aunque estuviera completamente sano, tenemos una autoridad que ha demostrado que no está en condiciones de llevar adelante una ciudad que cada día se vuelve más tortuosa para quien la habita.

La Alcaldía no fija prioridades, recorta donde no debe y deja sin tocar a miles de funcionarios que no cumplen actividades esenciales. El municipio tiene cinco veces más personal del que necesita; además, existen gastos dispendiosos en las veleidades del alcalde, cuya inmensa fotografía no puede faltar en cada esquina de la ciudad.