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Claure, el nuevo mesías y el poder de la manipulación encuestadora

Claure, el nuevo mesías y el poder de la manipulación encuestadora
Alberto De Oliva Maya | Columnista
| 2025-02-05 01:18:08

En Bolivia, la política nunca deja de ser un espectáculo grotesco, una tragicomedia donde los poderosos juegan con la conciencia de un pueblo ansioso de cambio. Antes fue Garafulic, utilizando su famoso medio de prensa, que entró en quiebra, “Página Siete”, pero que introdujo el “Voto Útil” para su amigo Carlos Mesa.

Hoy es Marcelo Claure, presidente del Club Bolívar, lo único por lo que se le conoce en nuestro país, ya que su influencia está fuera de nuestras fronteras. Con billetera en mano y con un aire de benefactor iluminado, pretende ser el nuevo gran arquitecto del destino nacional. ¿La herramienta? La misma de siempre: encuestas mal dirigidas, manipuladas y diseñadas para moldear la percepción ciudadana en favor de los mismos grupos de poder, liderazgos andinos centralistas y de una élite política que trasciende el tiempo y la realidad mundial. Así, la opinión pública es programada, los liderazgos son impuestos y el espejismo de la democracia sigue intacto.

Las encuestas no son solo cifras. Son armas estratégicas que pueden inducir a la ciudadanía a creer que ciertas opciones son inevitables, que algunos candidatos tienen más respaldo del que realmente poseen y que sus propuestas, aunque huecas, deben ser tomadas en serio porque "la estadística lo dice".

No importa si el método es dudoso, si el financiamiento proviene de sectores con agendas ocultas o si los datos son distorsionados: el mensaje es claro y contundente. El pueblo recibe un menú prefabricado, una ilusión de elección cuando, en realidad, el destino ya está escrito por quienes manejan los números.

Y los ejemplos sobran. En 2019, las encuestas infladas daban al MAS un respaldo irreal, lo que sirvió para justificar un fraude descarado. En 2020, se proyectaba un balotaje que nunca ocurrió, facilitando la narrativa de una victoria incuestionable para Luis Arce. Hoy, la historia se repite con encuestas que mágicamente favorecen a Andrónico Rodríguez y Manfred Reyes Villa, ambos con vínculos directos con Claure y entre ellos, aunque no lo quieran transparentar. ¿Coincidencia?, dicen algunos. ¿Manipulación?, decimos los que todavía creemos en la capacidad del pueblo de pensar por sí mismo.

En este juego, Claure aparece como el nuevo mesías de la política, un mecenas que, de la noche a la mañana, se autoproclama el gran curador de la democracia boliviana. Financiar encuestas que favorecen a sus allegados no es más que el primer paso de una estrategia bien calculada.

No es casualidad que figuras como Andrónico Rodríguez, su viejo amigo desde los tiempos de Evo y el fútbol, aparezcan como opción viable en estos estudios cuando, hace un mes, en sus mismas encuestas, aparecía el pedófilo como abanderado. Es decir, en un solo mes, los masistas cambiaron de parecer. Tampoco es coincidencia que Manfred Reyes Villa, con quien comparte una relación estrecha (y posiblemente más de un negocio), surja como la alternativa "renovadora" para el país.

Es la misma receta de siempre: usar las encuestas como herramienta para imponer liderazgos y descalificar opciones que realmente podrían representar un cambio genuino. Lo único razonable es que no aparezca el adjetivo de “Voto útil” nuevamente, aunque muchos quieren utilizar la “Unidad” como eje central de una campaña. Viejas mañas, mismos resultados.

Ahora bien, si un millonario quiere invertir en política, es su problema. Lo que resulta indignante es ver a toda una fila de "liderazgos" corriendo a rendirle pleitesía. Y es que, de la noche a la mañana, Claure se ha convertido en el nuevo analista, evaluador y juez supremo de los destinos del país, escuchando a los precandidatos como si fueran concursantes de un reality show, calificando su "potencial" con el mismo desdén con el que un inversionista analiza startups antes de decidir en cuál pone su dinero.

Y la escena es digna de comedia:

???? Hola, Marcelo. Soy precandidato presidencial. Quiero sacar al MAS del poder, pero necesito unos dolaritos para la campaña. Si me ayudas, en agosto ganamos.

???? ¡Qué bueno escucharte! Me encanta tu pasión. Lo más importante es sacar a "Tilín" del gobierno y, por supuesto, ayudar a Andrónico... digo, a Manfred, que es nuestro hombre. Si colaboras, te mando un bono pro-excandidato y una estadía VIP en el campo deportivo de Bolívar.

???? Pero, Marcelo, ¿no era que querías conversar con todos los precandidatos para ayudarnos?

???? No, lo que quería era ver cuántos estaban dispuestos a venderse. Yo no regalo plata, peor hago favores. Lo que quiero es administrar el negocio del litio, y contigo eso sería muy caro en coimas. ¡Gracias por llamar, Don Pelotudo!

Pero lo más asombroso no es la jugada de Claure, sino cómo los cruceños están siendo utilizados por estos intereses del andino centralismo y, lo peor de todo, cómo los “cambas” entregan su pueblo y su dignidad al primero que les habla bonito. ¡Qué vergüenza de pueblo! Siguen tropezando con la misma piedra, dejando que los poderosos decidan por ellos mientras aplauden a su nuevo “líder” sin cuestionar sus verdaderas intenciones. ¡¡Pero eso sí!! Nos venden la idea de que ya tienen la estrategia escrita de la “Nueva Relación de Santa Cruz con el Estado Boliviano” cuando el problema no es el Estado, ya que es el gobierno… ¡Carajo, que estamos mal!

Las encuestas amañadas no solo crean falsas expectativas, sino que destruyen cualquier posibilidad de un verdadero cambio. Condicionan a la ciudadanía a aceptar opciones que, en el fondo, representan la continuidad de lo mismo. Cuando una encuesta te dice que "cierto candidato ya ganó", lo que realmente hace es lavarte el cerebro para que creas que luchar por otra opción es inútil. Es un truco viejo, pero efectivo.

Porque, al final, este no es más que otro episodio de la misma historia: el poder no se disputa en las urnas, sino en los cheques de quienes lo financian. Y el pueblo, como siempre, es solo el espectador ingenuo que cree que esta vez sí será diferente.

No permitas que las encuestas decidan por ti. La verdadera transformación de Bolivia comienza cuando cada ciudadano piensa, cuestiona y elige con conciencia, sin dejarse manipular por los poderosos de siempre.

Alberto De Oliva Maya | Columnista