La presidenta del Concejo Municipal de Santa Cruz de la Sierra, Silvana Mucarzel, presentó este sábado una denuncia penal por acoso político y violencia hacia la mujer contra el alcalde Jhonny Fernández, tras las protestas organizadas por la Federación de Juntas Vecinales (Fejuve), que exigen su renuncia y la del concejal Israel Alcócer.
Mucarzel denunció públicamente que las movilizaciones, encabezadas por Orlando Peña, líder de la Fejuve, son una amenaza directa contra su integridad.
"Temo por mi vida. Hay gente afuera de mi casa con petardos, enviados por Jhonny Fernández, pidiendo que les devuelva el curul", afirmó en sus redes sociales la noche del viernes.
Durante la mañana del sábado, la legisladora acudió a las oficinas de la Fuerza Especial de Lucha Contra la Violencia (Felcv) para formalizar la denuncia.
"Estas acciones buscan intimidarme, pero no voy a renunciar", aseguró categóricamente, reiterando su decisión de mantenerse en el cargo pese a las amenazas.
Mientras Mucarzel oficializaba su denuncia, un grupo de vecinos y dirigentes de la Fejuve realizó una marcha por el centro de la ciudad, llegando hasta el edificio del Concejo Municipal para exigir su renuncia. En el lugar, los manifestantes colocaron un cartel que declaraba a Mucarzel como "persona no grata" y acusaron a los concejales de "esconder información" durante la reciente rendición de cuentas.
Por su parte, Bernardo Montenegro, vocero de la Alcaldía, desestimó las acusaciones de Mucarzel, calificándolas de "ridículas".
Según Montenegro, las protestas reflejan el malestar de la población ante un informe de gestión que considera "ilegal" y aprobado sin la participación de las juntas vecinales reconocidas. Además, negó que el alcalde Fernández estuviera detrás de las manifestaciones.
"Es absurdo hablar de acoso político. Estas son reacciones legítimas de la población que exige transparencia y rendición de cuentas. Los concejales están intentando desviar la atención con denuncias infundadas", declaró Montenegro.
Sesión marcada por tensiones
La sesión del viernes en el Concejo Municipal, donde se presentó el informe de gestión, estuvo marcada por momentos de tensión. Mientras los concejales debatían en el interior, manifestantes golpeaban las rejas del edificio exigiendo ingresar para participar. Según Mucarzel, el informe fue aprobado de manera transparente y transmitido en vivo para garantizar el acceso público.
Sin embargo, las acusaciones de irregularidades y despilfarro por parte de la oposición han avivado el conflicto político en el municipio. Mucarzel anunció que tomará acciones legales contra quienes intentaron interrumpir la sesión, mientras las tensiones entre el Concejo y la Alcaldía continúan escalando.
