El defensor del pueblo, Pedro Callisaya debería ser acusado y procesado por racismo y no el presentador Mario del Alcazar, como lo sugirió el funcionario, al calificar como racista el comentario de periodista, quien afirmó que a Bolivia tendría que volver el voto calificado, para evitar que los ignorantes e iletrados puedan elegir a las autoridades.
Callisaya se dejó llevar por sus propios complejos y por la psicosis que reina al respecto y tácitamente asumió que Del Alcazar estaba refiriéndose a los indígenas como los supuestos destinatarios de la descalificación asumida por el periodista, que también cae en gruesos errores al hablar de educación, de democracia y de voto.
Para empezar, la calidad de la democracia no está definida por el sufragio universal. Ese es nada más que un requisito básico que no sirve de nada cuando no están presentes los otros pilares del sistema, como la división de poderes, la rendición de cuentas y la existencia de una estructura que permita la supervisión del gobierno, la libertad de prensa y expresión, la ausencia de obstáculos para la participación política y un régimen jurídico blindado contra los abusos de poder.
Por otro lado, tal como está concebida la educación en Bolivia no le sirve de nada al país y a la democracia. Estamos hablando de un sistema de adoctrinamiento para la formación de borregos obedientes útiles al sistema político.
En el mejor de los casos la educación es elitista y sirve para darle estatus y poder a una parte de la sociedad, habilitarla socialmente para trabajar en los mejores puestos y dotarlo del estatus y la arrogancia para dominar a los que no cuentan con ese “pasaporte” al éxito. El ex presidente Álvaro García Linera le hubiera hecho un gran favor a la humanidad quedándose analfabeto, pues su educación, los 20 mil libros que supuestamente leyó y los títulos que se inventó sólo sirvieron para arruinar y aprovecharse de este pobre país, sobre todo de los indígenas, que siguen ocupando los lugares marginales. ¡Ahí tiene trabajo, señor Callisaya!
La ciudad de La Paz tiene los mejores colegios del país, manejados por célebres congregaciones religiosas, establecimientos con larga tradición y complejos sistemas pedagógicos; también cuenta con universidades de prestigio, las mejor rankeadas del país, pero la “ínclita” y “maravillosa” sede de gobierno ha sido la más fiel al gobierno del MAS, la que más ha respaldado su modelo económico que nos ha mandado a la ruina y la que, jamás se dará cuenta que el centralismo secante que opera desde la Plaza Murillo es el que destruye a este país y terminará por arruinarlos a ellos mismos.
La educación, la democracia y el voto sólo pueden generar progreso, bienestar y prosperidad, cuando están al servicio del individuo y de su libertad, pues una persona sin títulos ni tanto estudio, pero siendo libre, puede hacer más por él y por su entorno que un sujeto con todos los “cartones” en su haber, pero que vive esclavizado a dogmas e ideologías engañosos, como las que profesa ese periodista por ejemplo, y mucho más, el defensor del pueblo que vive preso de los fantasmas.
La educación, la democracia y el voto sólo pueden generar progreso, bienestar y prosperidad, cuando están al servicio del individuo y de su libertad, pues una persona sin títulos ni tanto estudio, pero siendo libre, puede hacer más por él y por su entorno que un sujeto con todos los “cartones” en su haber, pero que vive esclavizado a dogmas e ideologías engañosos