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Comunarios de Torewa, perteneciente a la Central Indígena del Pueblo Leco de Apolo (CPILAP), entregaron a la Policía Boliviana al presunto autor del asesinato de Francisco Marupa, reconocido defensor de las tierras de origen ante grupos ilegales dedicados al tráfico de tierras para la minería ilegal, la caza y otras actividades ilícitas.
El portal de CPILAP difundió la mañana de este sábado un video en el que se observa al sindicado a bordo de un bote con las manos atadas, mientras es interrogado por un policía que lo acompañaba durante su traslado a la ciudad de Rurrenabaque. En la grabación, el detenido afirma haber quitado la vida a Marupa con una flecha, aunque, debido al ruido del motor y el viento, no se logra escuchar con claridad las razones del crimen.
Las imágenes difundidas en el mismo portal muestran el levantamiento del cadáver, que habría sido trasladado a la población de Reyes para la correspondiente autopsia de ley, a fin de determinar con precisión las causas de la muerte. El asesinato del indígena leco generó indignación en diversas organizaciones defensoras del medioambiente y de los pueblos indígenas, que atribuyen el hecho a conflictos vinculados con la minería aurífera ilegal.
La comunidad de Torewa fue fundada el 12 de septiembre de 1993 con 60 habitantes, tras la migración de antiguos asentamientos surgidos desde la Revolución del 50, cuya población se dedicaba a la agricultura de subsistencia. Con la llegada de migrantes apoleños, se conformó la Empresa Agroganadera Ecologista de Torewa, pero la comunidad fue posteriormente abandonada por temor a las inundaciones derivadas del proyecto de la represa del Bala.
Al no concretarse dicha obra, los habitantes retornaron, se reorganizaron y se afiliaron a la CPILAP, logrando la titulación de su Tierra Comunitaria de Origen (TCO), destinada a la actividad agrícola que sustenta a sus pobladores.