
La escasez de combustibles y las filas en los surtidores se agravaron este viernes en Santa Cruz, en comparación a días anteriores y pese a esta complicada situación para diversos sectores, el gobierno afirma que la situación se está normalizando y que la provisión será normal durante el Carnaval.
“Estamos ya normalizando esos volúmenes y se garantiza que durante el periodo de Carnaval la gente pueda realizar sus diferentes actividades, realizar los viajes planificados", dijo el ministro de Hidrocarburos, Alejandro Gallardo. Admitió que en días pasados hubo inconvenientes por bloqueos en algunas regiones, pero remarcó que ya se estaban entregando los volúmenes adecuados.
En el surtidor de la avenida Cristo Redentor y Séptimo Anillo, la doble fila de vehículos provocó el cierre total del carril hacia la zona norte. En otros puntos de la ciudad el aumento de las filas también generó mayor caos vehicular. “Fui por varios surtidores y no había gasolina, estoy viniendo de la avenida Santos Dumont”, señalaba un conductor en una estación de servicio de la avenida Grigotá donde ya llevaba tres horas en la fila.
En redes sociales abundan los testimonios de esperas durante toda la noche e incluso el drama de estar cerca de la bomba de carga cuando se acaba el combustible y tienen que ir a otro lado o perar por la llegada de otro cisterna al lugar.
“El tema de los combustibles es muy grave. Afecta, sobre todo, al turismo interno, al turismo interdepartamental”, lamentó Luis Ampuero, presidente de la Cámara Boliviana de Turismo (Cabotur). “Yo estoy desde las 4 de la mañana, yo tengo que viajar a Saphaqui, verduras y frutas traemos de la región. Que podemos hacer, así es la vida, tenemos que esperar”, se lamentaba Milton Ramos, quien transporta verduras de las provincias a La Paz y El Alto.
“Sin diésel no hay alimentos”, advirtió esta semana Klaus Frerking, presidente electo de la Cámara Agropecuaria del Oriente (CAO), en tono de desesperación ya que en unos días debe comenzar la cosecha de verano. Según la Asociación Nacional de Productores de Oleaginosas y Trigo (Anapo) se necesitan unos 40 millones de litros de diésel para cosechar 1,2 millones de hectáreas de soya y otras 200 mil hectáreas de maíz y sorgo.