Editorial

Perro del hortelano

El gobierno de Arce ha admitido que no tiene dólares para seguir comprando gasolina y diésel, algo que ya sabíamos todos los bolivianos. Pero en lugar de facilitar...

Editorial | | 2025-03-13 00:45:50

El gobierno de Arce ha admitido que no tiene dólares para seguir comprando gasolina y diésel, algo que ya sabíamos todos los bolivianos. Pero en lugar de facilitar las cosas para que el sector privado se encargue de buscar una solución, vuelve a ponerse en medio para obstaculizar una salida como lo vienen pidiendo diversos sectores que están urgidos por el combustible.

Si el gobierno quisiera resolver el grave problema, evitar un colapso económico, con hambruna incluída, decretaría hoy mismo la liberación total de la importación y comercio de combustibles, lo que implica suspender los aranceles, eliminar la burocracia y hacer una pausa impositiva de tal manera que el combustible pueda llegar al consumidor final a un precio razonable y evitar que la economía se paralice por completo.

Pero en lugar de eso, los avivados del régimen se ofrecen como intermediarios para seguir monopolizando la importación de carburantes y venderlos a los agropecuarios y mineros con sobreprecio. Por otro lado, no explica qué hará con el resto de los consumidores, es decir, los particulares y transportistas, pero lo más seguro es que tratarà de mantener el subsidio diferenciado, un esquema que se presta para el tráfico de influencias, la corrupción y el enriquecimiento de los operadores gubernamentales que están lucrando incluso en los momentos más críticos que vive el país.

La liberación de los combustibles debería incluir la eliminación de las restricciones impuestas por la ley de sustancias controladas, que únicamente se presta para que la policía saque su tajada y se dedique a extorsionar a los agricultores que suelen acopiar diésel para el uso de sus tractores y cosechadoras. Son tan indolentes, que acuden a las haciendas con amenazas, les piden coimas a los productores y los amedrentan, sabiendo que los narcos actúan a sus anchas en este país y no tienen la más mínima restricción para conseguir cualquier precursor químico de la fabricación de droga.

Por último, se debe permitir también que los privados tengan la libertad de importar petróleo crudo que se pueda refinar en el país y obtener combustibles y otros derivados. El gobierno podría hacer convenios para darle uso a las instalaciones que hoy están sin uso, de la misma forma que ha estado ofreciendo a Argentina, el gasoducto que hoy está subutilizado, después de que el país perdió ese mercado por culpa de la torpeza del actual régimen.

Obviamente, eso serìa en caso de que el gobierno quisiera resolver un problema agobiante, tenga la intención de evitar que se produzca una hecatombe económica que dejará al estado sin la soga y sin la cabra, pues no podrá recaudar ni hacer nada con un país en inanición. El problema es que estamos ante gente de una torpeza y una ignorancia infinitas, que no entiende lo que está pasando en Bolivia. Estamos ante la mejor versión del perro del hortelano, cuya única función es destruirlo todo. Ojalá nos equivoquemos, ojalá este calvario termine pronto.

El problema es que estamos ante gente de una torpeza y una ignorancia infinitas, que no entiende lo que está pasando en Bolivia. Estamos ante la mejor versión del perro del hortelano, cuya única función es destruirlo todo. Ojalá nos equivoquemos, ojalá este calvario termine pronto.