El municipio de Pailón, en el departamento de Santa Cruz, enfrenta una emergencia debido al desborde del río Grande, que ha dejado a más de 250 familias damnificadas y unas seis personas que permanecen aisladas en una comunidad afectada por el agua.
Un equipo de rescatistas de la Gobernación, en conjunto con comunarios, se dirigía a la zona para evacuar a los atrapados y evaluar los daños. "Tenemos seis personas que están atrapadas en la comunidad. Estamos ingresando para ver cómo sacarlas y qué bienes pueden recuperarse. Los animales y sembradíos están bajo el agua", informó Félix Señor, dirigente comunal.
Las autoridades locales han solicitado apoyo aéreo para rescatar a más personas que aún continúan aisladas desde hace una semana. "Ayer atendimos emergencias en San Antonio, Valle Hermoso y Motoyoé. Muchas familias siguen rodeadas por el agua y gestionamos un helicóptero para evacuarlas", declaró una funcionaria municipal.
Además, agregó que el alcalde Agapito Paco está realizando las gestiones necesarias para reforzar los trabajos de rescate.
La situación en Pailón se agrava debido al estancamiento del agua en algunas zonas. En la Propiedad La Francisca, Patujú y el ingreso a la colonia Cupesí, empresarios locales, en coordinación con la Ferroviaria Oriental, trabajan en la apertura de un boquete para facilitar el flujo del agua.
"Los drenajes debajo de la vía férrea no abastecen para la evacuación, lo que provoca el estancamiento y afecta a propiedades en la zona sur del cauce", dijo uno de los afectados.
