
La Junta Militar de Birmania, que gobierna el país, informó a la agencia EFE que hay al menos 200 muertos y 730 heridos por el fuerte sismo de 7,7 grados que sacudió al país este viernes.
El portavoz de la junta, Zaw Min Tun, confirmó a dicho medio la cifra preliminar de muertos y heridos y lanzó además un llamamiento al envío de ayuda internacional.
A mil kilómetros de distancia, en la vecina Tailandia, el sismo ha provocado la caída de edificios, entre ellos un rascacielos en construcción donde hay al menos ocho fallecidos y 81 desaparecidos en los escombros, según informaciones oficiales. También se ha sentido en China, Bangladesh y Vietnam.
El temblor se registró a las 12:50 hora local (2:20 en Bolivia) a solamente 10 kilómetros de profundidad cerca de Mandalay, una de las principales ciudades del país asiático y en la que residen 1,2 millones de personas. Periodistas en la zona hablan de colapso de los hospitales por el gran número de personas heridas. Doctores de Mandalay han dado un primer balance de afectados, con al menos 20 fallecidos y 300 heridos, que ha ascendido conforme han llegado los rescatistas.
Además, cuando solo habían transcurrido 11 minutos del terremoto inicial, una fuerte réplica de magnitud 6,4 golpeó la misma zona, según ha podido identificar el Servicio Geológico de Estados Unidos.
Tal y como relataron algunos testigos al medio Myanmar Now, partes del Palacio histórico de Mandalay sufrieron graves daños, también de una mezquita y un hotel, mientras que un puente en la localidad de Sagaing ha quedado destruido. Los efectos del sismo se dejaron sentir también en Yagón, principal ciudad del país, donde se evacuaron los edificios. El terremoto produjo también deslizamiento de tierras en el país, que ha declarado seis regiones en estado de emergencia y ha solicitado ayuda internacional urgente.
En la vecina Tailandia, el sismo se sintió el sismo con mucha virulencia, se derrumbaron varios bloques y se evacuaron edificios residenciales y oficinas, según comprobó EFE.
La cadena pública Thai PBS informó del derrumbe de un edificio en construcción en el distrito Chatuchak de la capital de 30 plantas en el que había un centenar de personas. Según el Gobierno tailandés, habría ya ocho fallecidos y 81 desaparecidos en el edificio que quedó reducido a una maraña de escombros y metal retorcido.
Las autoridades han decretado el estado de emergencia en Bangkok, han advertido de posibles réplicas y se ha recomendado a la población tomar las precauciones necesarias y permanecer al aire libre.
El terremoto en Bangkok obligó también a suspender algunos servicios de metro y tren ligero en la ciudad. La primera ministra tailandesa, Paetongtarn Shinawatra, declaró el viernes que había interrumpido una visita oficial a la isla sureña de Phuket para celebrar una "reunión urgente" tras el terremoto, según una publicación en X.
Testigos en Bangkok informaron a Reuters que la gente salió a la calle presa del pánico, muchos de ellos huéspedes de hotel en batas y trajes de baño. Un edificio de oficinas en el centro de Bangkok se balanceó de lado a lado durante al menos dos minutos, con puertas y ventanas crujiendo ruidosamente. Fuera, cientos de personas se congregaron bajo el sol de la tarde, mientras el personal con botiquines médicos buscaba sillas de oficina para los que estaban en estado de shock.
También se sintieron temblores en la provincia de Yunnan, en el suroeste de China, según la agencia sísmica de Pekín, que indicó que el temblor tuvo una magnitud de 7,9.
En agosto de 2016, un terremoto de magnitud 6,8 grados también sacudió Birmania y causó la muerte de tres personas, además de derribar templos de este destino turístico.